22/3/14

Irene Sofía Rodríguez Garay
Por Chalo Agnelli

En este consecuente hábito de revolver entre libros viejos, encontramos en la [Biblioteca] Goyena un ejemplar de “Vidas y Paisajes”, de la profesora Irene Sofía Rodríguez Garay, publicado por la tradicional Editorial Tor [1], "contra viento y marea", como afirmaba su lema editorial. Las palabras preliminares fueron escritas por otro docente característico de la Escuela Normal César Carrizo [2] quien nos acerca a la fecha de edición, 1940.

Son nueve cuentos y seis “Acuarelas cordobesas”, breves composiciones surgidas, quizás, en los viajes por la provincia mediterránea, donde recorrió sus caminos y su gente.

“La rosa encarnada”, “La fortuna de Chango”, “Desencuentro”; Estrategia, “Cántaros de barro”, “La mancha”, “La cáscara”, “Rebelde”, “Almendros en flor”… son los títulos de los breves relatos donde el tema es el amor, la traición, lo prohibido, la muerte y los dos últimos caen en los imprescindibles axiomas que acostumbraba la época, sobre todo en autores que estaban tan fusionados con la “instrucción”.

Su literatura se muestra evidentemente influida por la lectura de los hispanistas, con cierta adjetivación que, sin ser incómoda, asume prioridad sintáctica, lo que no le quita fuerza a lo argumental ni a la sustancia creativa.

Irene Sofía Rodríguez Garay era una mujer morena, alta, nada atildada en el vestir, siempre de buen talante. Poseía una humildad sin pretensiones y no hacía gala de sus conocimientos que eran muchos. Basta la lectura de “Vidas y Paisajes”, para advertir su formación académica. Fue una docente de actuación versátil en la Escuela Normal de Quilmes, donde fue designada el 13 de mayo de 1916 e ingresó el 29 de mayo, el mismo año que egresó la primera promoción del magisterio de esa casa de estudios, creada en 1912.

Docentes de la Escuela Normal de Quilmes, 1926. La segunda sentada desde la izquierda Irene S. Rodríguez Garay

DE RAMALLO A LA PLATA, DE LA PLATA A QUILMES 

Esta educadora nació en la localidad de Ramallo, sobre las barrancas del río Paraná el 13 de julio de 1898 (aunque alguna documentación le adjudican 5 años de edad más, nacida en 1893, confusión que luego, como veremos, le traerá ciertas dificultades). En ese pueblo de la provincia de Buenos Aires donde se levanta el estrambótico castillo normando que el poeta "gauchesco" Rafael Obligado (1851-1920), autor del muy autóctono "Santos Vega"[3] , insólitamente, mandara construir para su mujer Isabel Gómez Langenheim. 

Fueron padres de Irene, don Porfirio Rodríguez (n. 8/9/1841) y doña Fidela Garay (24/4/1863). Tuvo un hermano Domingo que vivió largos años con ella hasta su muerte en 1961. Su padre, de primeras nupcias, había tenido otros hijos. 

Quizá la diferencia de edad del nuevo matrimonio que contrajo don Porfirio produjo desavenencias en la parentela y lo impulsó a establecerse con su nueva familia, a poco que naciera Irene, en la ciudad de La Plata, precisamente en la calle 2 Nº 1235 (1º piso) donde la docente permanecerá el resto de su vida.

CARRERA DOCENTE 

En la capital provincial, Irene Sofía obtiene el título de Profesora de Enseñanza Secundaria Normal Especial en Pedagogía y Ciencias Afines de la Universidad Nacional de La Plata, título muy extenso al que supo sacarle réditos y que superó con creces a lo largo de su carrera docente y su acción cultural. También era bachiller egresada del Liceo de Señoritas de esa ciudad y maestra.

A poco de su ingreso en la Escuela Normal fue Subregente hasta el 1º de octubre de 1941 en que fue designada Regente, en calidad de iniciadora, en el Departamento de Aplicación, además de dictar las cátedras de pedagogía y castellano. Fue Vicedirectora interina a partir del 23 de mayo de 1944 y titularizada el 1º de abril de 1955, año en que ocupó la dirección interinamente hasta 1956; cargo al que volvió en la misma condición en 1960.

Formó el primer núcleo de "Tardes Culturales", convocando a figuras relevantes de las ciencias, las artes y las letras como Víctor Mercante, Rafael A. Arrieta, Leopoldo Longhi, Alfonsina Storni, Baldomero Fernández Moreno. Estos encuentros se realizaban en la sala del teatro Colón de la Sociedad Italiana. 

Formó el "Instituto de Extensión Cultural" con figuras representativas y gran número de alumnos de la localidad. Creó el curso de declamación para niños bajo la dirección de Blanca de La Vega y Olga de La Fuente.



EL COLEGIO NACIONAL

El 5 de enero de 1962, ingresó como titular en el Colegio Nacional con 10 horas de castellano en 1º año, cargo con el que substituía a otro notable educador quilmeño, don Alfredo Quebleen Tessieres. Inmediatamente el 11 de marzo fue designada rectora de esa institución, cargo que asumió el 12 de abril, conservando sus cátedras en la Escuela Normal. Pero al año siguiente, la confusión creada por su fecha de nacimiento (1893 ó 1898) la enfrentó con una decisión fortuita, la jubilación de oficio que le impusieron a partir del 5 de abril de 1963. Si bien Irene S. Rodríguez Garay apeló la medida, después de varios ires y venires se confirmó la misma y esta docente, a quien sus alumnos apodaban, cariñosamente, "la china Dominga", por su temperamento alegre, afectuoso y predispuesta a dar sus clases con mucho histrionismo, dejó la Escuela Normal, el Colegio Nacional y Quilmes definitivamente. Tenía 65 años de edad (ó 70) y 46 años formando maestros en Quilmes.

CONDICIONES 

Terminó su carrera con un 91,17 % de asistencia, lo que demuestra que no la amedrentaban los viajes diarios desde y hacia La Plata. Sus cualidades fueron ampliamente consideradas por sus superiores, destacándose su espíritu solidario. Un documento, que consta en su legajo, detalla la colaboración especial prestada desde el año 1932 hasta el 31 de agosto de 1938. Notas tomadas de los libros copiadores: 
I) Fue felicitada por el acto dirigido en el Instituto de Extensión Cultural. 12/7/32 (Disp. Nº 13. Pág. 215. Nota 273) 
II) Atendió con carácter ad honorem durante 2 hs. de Física en 3er Año y 2 en 3º B - 1/10/32 (Cop Nº 13. Pág. 364. Nota 41) 
III) Colaboró atendiendo 2 hs de Física en 3er Año en reemplazo de la señora de Bianchi. [4] 8/4/33 (Cop. Nº 13. Pág. 173. Nota 97) 
IV) Fue propuesta en 1 h. de Música en 20 A 31/7/33 (Cop. Nº 14. Pág. 377. Nota 305) 
V) Fue propuesta en reemplazo de la Sra. de Molina.[5] 9/11/35 (Cop. Nº 17. Pág. 416. Nota 544) 
VI) Se la designó para atender 6 hs. de Literatura en reemplazo del Señor Carrizo (quien hizo el prólogo de su libro) 9/9/36 (Cop. Nº 19. Pág. 33. Nota 427. 
VII) Se le agradeció su cooperación desinteresada en las horas del Sr. Carrizo 20/8/37. (Cop. Nº 20. Pág. 392. Nota 474) 


OTRAS OBRAS

Rodríguez Garay publicó también otras obras. "Ritmos", una compilación de conferencias que dio en varias instituciones de La Plata, Quilmes y Córdoba. Excelente compositora, realizó la letra y la música de zarzuelas de temática infantil: "Soldados", "La princesita Blanca Nieves" y "La princesa Fregona o El Rey Cuervo", una adaptación de cuentos de los hermanos Grimm. Y puso música a zarzuelas infantiles escritas por quien fue el director de la Escuela Normal el profesor Juan Manuel Cotta: "Las dos muñecas", gavota [6]; "Copito de nieve", minueto [7]; "Las madrecitas", canción de cuna, "Avecita errante", zamba y "Sembraremos", canción; obras editadas por Ricordi. Colaboró con el diario "La Prensa" y la revista "Caras y Caretas"

En el diario “El Sol” del jueves 28 de junio de 1962 le hicieron a la profesora Rodríguez Garay una entrevista que aquí transcribimos: 
EN SU DESPACHO DEL COLEGIO NACIONAL DE QUILMES LA ENTREVISTAMOS. 
— ¿Qué impresión puede darnos sobre el Colegio Nacional? 
— Existe en el alumnado una juventud encomiable, digna de la dirección que concrete en ellos su verdadero ideal, la formación integral en lo que respecta a su alma, cuerpo y mente. Al joven debe orientárselo, encaminarlo, llevarlo despacio, por sendas firmes de deberes, y responsa­bilidades. Los conocimientos deben suministrárseles en profundidad. 
En síntesis formar en ellos la real dimensión de los va­lores y forjar su personali­dad. 
Debo agregar que cuento con un personal correcto, responsable, de ellos puede esperarse todo lo que se anhela. Trabajaremos unidos hacia un mismo fin, libre de egoísmos. 

ESCAPE A LA ENERGÍA 
— Por sobre todo eso. ¿Ha­cia dónde orientará, su acción? 
— Para dar escape a la energía juvenil es acertado dejarles un campo fértil y propicio a sus propias iniciativas. La formación de un Club Colegial con propia dirección puede servir a esos fines. Nú­cleos, como el ya proyectado de ajedrez con algún encuentro ganado u otros como el de fútbol, también en marcha. 
Otro de mis anhelos será tratar de acercar al Colegio a los egresados, con la for­mación de un Centro de Exalumnos. 
También espero unir los núcleos, ahora separados, en uno solo dentro del personal. 
Quiero destacar la actitud del alumnado que ha obser­vado perfecta presentación en los desfiles así como la bri­llante actuación del coro. Su disciplina es natural, sin exigencias, todo librado a la propia responsabilidad. 

SALUDO A LA ESCUELA NORMAL 

Desde mi flamante cargo hago llegar un saludo a mi que­rida e inolvidable Escuela Nacional Normal Mixta “Almirante Guillermo Brown“en el año de su cin­cuentenario. 


Chalo Agnelli
Cristina Secco
Comisión Administradora de la Biblioteca P. P. Goyena
Aportes orales del Prof. Celiar R. Cella 

FUENTES 
Archivo de la Escuela Normal de Quilmes. 
Biblioteca Popular Pedro Goyena.
Diario El Sol, jueves 28/6/1962
http://luisalberto941.wordpress.com/

NOTAS
[1] “La Historia de la Editorial Tor reflejada en un libro”: En 1916 Juan Carlos Torrendell (1895-1961) un catalán que había llegado a la Argentina siendo niño funda una editorial a la que inicialmente bautiza con su apellido, que se acorta luego a Tor y se convierte a partir de los años treinta en una verdadera usina productora de libros (cerca de 12.000 títulos entre 1916 y 1971) que a precios muy accesibles y abarcando los más diversos géneros literarios, significó un notable aporte a la cultura popular argentina. En 1939 lanzó Pif-Paf, la revista a través de la cual se difundieron grandes títulos de la historieta americana, en 1940 salieron a la calle las primeras ediciones de Batman, fuera de las estadounidenses Por Carlos Abraham. 

[2] César Carrizo, nació en La Rioja en 1889, destacándose como escritor, como catedrático y como periodista. Trabajó varios años en la Escuela Normal de Quilmes. Cuando Rubén Darío dirigía en París su famosa revista Mundial — dice Federico Carlos Sáinz de Robies — Carrizo remitió a ella un cuento denominado “La huerta”, recibiendo no sólo la satisfacción de verlo publicado, sino el espaldarazo consagratorio”. El haber de su obra fue copioso y variado. Entre los títulos fundamentales conviene recordar: “Holocausto”, “El dolor de Buenos Aires”, “Llama viva”, “Perfume de mujer”, “Santificada sea”, “El domador”, “Imagen y jerarquía de Rosario”, “Un lancero de Facundo”, “Una vida ejemplar”, “Imágenes del país”, “Rapsodia viajera”, “Viento de la altipampa”, “Caminos argentino”, “El rastro de los conquistadores”, “La risa del diablo” y “Los hombres de piedra”. Medularmente romántico y apegado a los temas nacionales, Carrizo fue un escritor de gran oficio, que en su época conquistó muchos lectores mediante la fórmula fácil de una construcción dramática de tipo directo, sin complicaciones innovadoras de ninguna naturaleza. Falleció en Buenos Aires en 1950 (por Ariel Ferraro en “Poetas y escritores riojanos”- http://bibliotecamarianomoreno.or) 
[3] En 1872, Hilario Ascasubi publicó en París Santos Vega o Los Mellizos de La Flor, extenso poema en el que Santos Vega desempeña el papel de narrador de la historia de los mellizos de Luis y Jacinto. Santos Vega conoce en una pulpería a Rufo Tolosa quien lo invita a su rancho donde le cuenta la historia de aquellos. Poco después, Eduardo Gutiérrez contó a la manera de folletín la historia de Santos Vega y su amigo Carmona, perseguidos por la justicia. Obligado tras leer la obra de Gutiérrez, concibió su inmortal poema "Santos Vega" en 1885.
[4] Haydée P. Estrella de Bianchi, profesora secundaria de Física y Química
[5] Crescencia López Oliveros de Molina. Maestra egresada de la Escuela Normal Mixta de Azul en 1907. Ingresó a la Escuela el 23 de abril de 1912. 
[6] La gavota (gavotta, gavotte, gavot o gavote), originada como una danza popular francesa. Con un compás de 4/4 Ó 2/2 y velocidad moderada, la distinción básica de la gavota original consiste en que las frases se inician siempre en la mitad del compás, es decir en la tercera nota. 
[7] El minueto o 'minué', es una antigua danza tradicional de la música barroca originaria de la región francesa de Poitou.

Fuente: Blog EL QUILMERO el 3/19/2014 

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