22/3/14

CONSIDERACIONES SOBRE LAS INSTALACIONES DEL REPOSITORIO (VI)
La conservación y la restauración de documentos
César Martín Gavilán (fragmento)

Aparte de las condiciones más infraestructurales, cualquier proyecto de construcción de un equipamiento de archivos debe tener presente una serie de medidas preventivas como parte de un programa general de conservación y preservación de los fondos documentales. Este programa comprende la conservación directa (restauración, desacidificación), la preservación indirecta (mantenimiento del clima adecuado y de seguridad contra el fuego y otras amenazas) y la preservación por sustitución del uso de los documentos originales (programas de microfilmación y digitalización).

El experto alemán Wolf Buchmann (1997) especifica las siguientes medidas preventivas:

1) La conservación directa supone la existencia de unos laboratorios de conservación y tratamiento para el papel, el pergamino, los sellos, la piel y otros materiales de archivo, el taller de encuadernación, la cámara de
fumigación, la cámara de desacidificación, y las salas y los aparatos necesarios para la utilización de los documentos legibles por máquina.

2) La preservación indirecta debe garantizar la seguridad en las áreas de uso de documentos y otras partes del edificio, un clima estable en los depósitos según los distintos materiales de archivo y un manejo adecuado
de los documentos (transporte apropiado, luz en los depósitos, en la sala de consulta y en las oficinas).

3) La preservación por sustitución significa crear laboratorios para microfilmar, fotocopiar, duplicar, imprimir y escanear los documentos, garantizar la planificación y el equipamiento de las salas de consulta para facilitar el uso de los citados soportes de sustitución y, finalmente, facilitar el acceso a los materiales de archivo digitalizados.

Estos objetivos son muy difíciles de alcanzar a causa de la pervivencia de obstáculos como la falta de conciencia de la importancia de la preservación, la falta de recursos en muchos países para llevar a cabo una preservación básica, la falta de formación e investigación en la gestión de la preservación y en las técnicas adecuadas, y la falta de soluciones prácticas a los retos del deterioro en masa, tanto por efecto de los papeles de mala calidad como por las condiciones climáticas adversas.

Todo edificio de archivo debe tener en cuenta tres factores que tendrá que controlar tanto por lo que se refiere a la prevención en la construcción, como en la formulación de políticas de preservación para minimizar el riesgo de pérdida o daño irreversible de los documentos. Se trata de alcanzar 
• unas condiciones climáticas que permitan una correcta conservación de los materiales de archivo,
• la garantía de un elevado índice de seguridad ante las posibles agresiones internas y externas y, finalmente,
• la protección contra el fuego.

Condiciones climáticas

La consecución de unas condiciones climáticas adecuadas significa mantener las instalaciones en el marco de los estándares internacionales señalados en cuanto a la temperatura, la humedad y la polución del aire. En este sentido, si bien las normas aconsejan de manera genérica mantener una temperatura entre 18ºC y 20ºC y una humedad, entre el 40% y el 60%, es evidente que este abanico es más exigente según la tipología de los soportes y la función de los espacios en concreto.

Veamos una relación aproximativa entre la temperatura y la humedad en los siguientes cuadros:

Cuadro 1: Relación temperatura / humedad según los espacios

Espacio
Temperatura
(ºC)
Humedad
relativa (%)

Depósito de documentos
15-21
45-65

Sala de ordenadores
10-20
45-65

Servicios generales
15-21
45-65

Administración y público
18-25
40-75

Zonas comunes
18-30
40-75

Dependencias de servicio
18-30
30-85

Instalaciones
10-40
30-85


Cuadro 2: Relación temperatura / humedad según los soportes

Soporte
Temperatura
(ºC)
Humedad
relativa (%)

Papel
15-21
45-65

Fotografía en blanco y negro
15-20
30-35

Fotografía en color

10-18
25-35

Películas en blanco y negro
12-20
30-40

Películas en color
10-20
25-35

Grabaciones
10-18
40-50

Soportes magnéticos
14-18
40-50

Soportes ópticos
16-20
35-45

Microformas
18-20
30-40


Fuente: Martín Gavilán, César (2009). "El archivo como centro de conservación: edificios, depósitos e instalaciones Conservación y restauración de documentos."

HÉCTOR ÁNGEL PEREIRAS - 1918 /1995 - 
EDUCADOR, UN HOMBRE DE LA CULTURA
Por Chalo Agnelli


El mundo en su sesgado girar recorría la segunda década del siglo XX. Por primera vez en su historia, desde 1916, la Argentina tenía un gobierno electo por el voto universal, secreto y obligatorio. En mayo de 1918, concluyó en la provincia de Buenos la intervención federal de José Luis Cantilo y asumió el radical José Camilo Crotto – el que le dio nombre a los trabajadores golondrina - Ese año fue coyuntural para Europa, ya que el imperio alemán se derrumbaba y en noviembre concluyó la primera guerra mundial. En Quilmes, que era ciudad desde hacía dos años, el señor Mergasi festejaba el armisticio, bautizando la sala cinematográfica que abrió en la calle Córdoba (hoy Pte. Perón) casi Andrés Baranda, cine “La Paz”. 

La inmigración española, que en la primera década del siglo había sido de casi 500.000 personas, en la segunda se sumaron otros 200.000 peninsulares. [1] Entre estos estaba el matrimonio gallego de don Jesús Pereiras Brea y doña Engracia Codesido, que se instalaron en Avellaneda, donde nació el 6 de mayo de 1918, el cuarto de sus cinco hijos, Héctor Ángel Pereiras. 

Era intendente de ese Partido don José María Sarobe. Pero la noticia que más conmocionó a los rioplatenses fue algo inusitado, el 22 de junio entre las 17 y 18 horas una nevada blanqueó techos, calles y baldíos. 

Allí en Avellaneda, específicamente el conglomerado obrero se que crecía entre Sarandí y Villa Domínico, se crió Héctor y sus hermanos. Cuando concluyó la enseñanza primaria ingresó en la Escuela Normal de Quilmes, de donde egresó como maestro normal nacional en 1937, promoción que dio renombrados educadores a Quilmes, como: Alicia Perla Clerbout, Delia María Fraquelli, Alicia Cora Madrid, Celia Martha Schierff, Nelly Esther Chiriguini, Ruth Elena Llarías, entre otros. 

En esos años para ingresar a determinados estudios y trabajos, se requería el título de bachiller, de modo que Héctor Ángel lo procuró en el Colegio Nacional de Quilmes en condición de alumno libre pues debía trabajar; en 1938, había obtenido el cargo de maestro en la Escuela N° 62 de Lanús Oeste. Largos desplazamientos de una localidad a otra en años en que los medios de comunicación no eran abundantes ni los caminos accesibles. 

Ya bachiller en 1942 completó en la Universidad de Buenos Aires los profesorados de Historia, Literatura y Filosofía; siempre en simultáneo el ejercicio de la docencia. 

Fue su convicción, desde muy joven, que la alfabetización era el primer paso para dignificar la vida de la clase trabajadora. Atento a esa necesidad para los trabajadores de las curtiembres que se extendían a lo largo del Riachuelo y de la “Sulfúrica” [2] - empresa que inspiró al Joaquín Gómez Bas su descarnada novela “Barrio Gris”, donde dice: “La vieja fábrica de ácidos que alardeaba de su desprecio por las municipales leyes higiénicas vomitando, desde su petisa chimenea, vaharadas de azufre quemado que carcomían las chapas de zinc de los tejados y arañaban los bronquios del vecindario…” - fue uno de los fundadores de la escuela vespertina “Ricardo Gutiérrez” de Sarandí. Dado el éxito de este tipo de establecimientos educativos, el gobierno creó años más tarde muchas más en el territorio provincial. 

Su pasión educativa era inherente al compromiso social; en 1943, fue uno de los fundadores de la Comisión Pro-asilo para Ancianos y Hogar Escuela para niños de Avellaneda. Al año siguiente se inicia en el periodismo con la creación del periódico “Nuevos Horizontes”, que bregaba por diversas mejoras en Sarandí y Domínico. Algunas ya concretadas como el Viaducto [3] y el entubamiento del arroyo de de Sarandí. [4] Por su avezado trabajo comunitario en 1945 los vecinos lo designaron presidente de la Liga de Fomento. Durante su gestión organiza cursos gratuitos para obreros que alcanzaron tal éxito que la Comisión Femenina le otorga ese año una medalla por su labor. Pereriras había sido desde su juventud militante de la Unión Cívica Radical. 

En el período 1946 y 1947 es elegido Presidente de la Comisión que atendía las necesidades básicas de 55 niños carecientes. 

El trabajo social, además de la labor educativa no lo privan del oficio de escribir y en 1947, el Instituto Sanmartiniano lo distingue por sus ensayos sobre el Libertador y obtiene el premio del Concurso del Magisterio por su “Himno a San Martín”. Luego con el sello de editorial “El Ateneo” publica ese año su libro “Agua y Tierra”, y colabora en diarios y revistas de Buenos Aires, Avellaneda y Quilmes. 

En 1948, contrae matrimonio con Delia Irurzum y constituye su hogar en Quilmes. En 1949 nace su hijo Héctor Rubén y en 1951 su hija Mónica Delia. 

LA PASIÓN DOCENTE 

Tras las Jornadas Pedagógicas que se realizaron en Avellaneda en 1959, se aprueban varias de sus iniciativas y su marcha-canción, “Escuela Vespertina”. 

En 1960, es designado Director del Colegio “Almafuerte” de Parque Patricios; y ese mismo año aprueba el curso para directores en el Instituto Bernasconi para investigaciones pedagógicas y merece Mención Especial por su valiosa labor en: “Legislación escolar”, “Organización escolar”, “Sociología”, “Lenguaje gráfico y Dibujo”, “Técnica de Investigación” y “Estadística”. 

Aunque ya tenía un cargo directivo, decidió legitimarlo y se presentó en el Concurso de Antecedentes y Oposición en 1961, del que salió exitoso y a propuesta del Tribunal de Clasificación N° 1 fue designado por el Consejo Nacional de Educación, director de primera categoría. Pero ahí no detuvo su capacitación, pues al año siguiente realizó los cursos de perfeccionamiento docente para maestros de la provincia de Buenos Aires y en forma paralela a sus actividades educativas y sociales, cursó 20 materias en la Facultad de Derecho de la Plata y completó los trabajos prácticos de abogacía. 

El compromiso social también lo llevó a involucrarse en la actividad gremial, procurando la dignificación de la tarea docente y en 1963, fue elegido por sus pares de Avellaneda Director de Prensa de la Unión de Educadores.


El Prof. José Edmundo Clemente, Director de Cultura de la Nación, disertando en la Biblioteca Popular Pedro Goyena, sentado en el centro el Director de Cultura de la Municipalidad de Quilmes don Héctor Pereiras. De pie la directora y fundadora de la Biblioteca, profesora Ana I. Manso de Torrico. En la inauguración del Local Nº 10 del edificio del Mercado Municipal el 21 de julio de 1964. 

QUILMES 

A partir del momento en que establece su domicilio en Quilmes inicia una consecuente actuación en la vida cultural del distrito, en distintas instituciones y su nombre comenzó a ser distinguido. Así fue que tras las elecciones realizadas el 7 de julio de 1963 en que resultó ganadora en Quilmes la Unión Cívica Radical del Pueblo - liderada por don Esteban Tomero - colocando en la intendencia al médico Raúl Buján, Pereiras, fue designado Secretario de Gobierno y Cultura del Municipio de Quilmes; cargo que ejerció desde el 12 de octubre de ese año, hasta el 30 de junio de 1966, en que después del funesto golpe del estado cívico-militar del día 28 anterior, la municipalidad fue intervenida por el Tte. Cnel. Oscar A. Yanuzzi. 

En el marco de su gestión de 2 años y 9 meses, restablece la Comisión Municipal de Cultura, retomando los parámetros de la ordenanza Nº 1333 sancionada el 7 de julio de 1942, por el comisionado municipal Dr. Fernando Pozzo, [5] otro de los hombres que durante su breve paso por el ejecutivo local dejaron un legado imperecedero para la cultura y la identidad de los quilmeños. [6] Fue presidente de esta segunda época el Lic. Eduardo Vides [7]

Aceleró el traslado de la Escuela de Bellas Artes “Carlos Morel desde su primer establecimiento en la calle Alvear, cumpliendo con la ordenanza del H.C.D. Nº 2980 del 6 de febrero de 1964. Entre el 10 y el 16 de julio de 1965 se concretó el pase total a la “Casa de la Cultura”, [8] nombre que Pereiras le impone basado en el concepto malrauxiano de “Maisons de Jeunes et de la Culture”.

 

En el año 1959, André Malraux, [9] en ese momento ministro de Educación de Francia, había llegado al país, alojándose en casa de su editora, Victoria Ocampo. En el marco de esa visita Pereiras tuvo ocasión de conocer personalmente al escritor francés e intercambiar puntos de vista y experiencias de sus conceptos aplicados política y culturalmente en la Argentina. 

Durante su gestión se le dio relevancia pública al Museo Municipal del Transporte de El Dorado; el predio de 9 que había donado don Carlos Hillner Decoud en 1950. 

Continuó su tarea actualizando los programas de la EMBA al nivel de la Escuela General Belgrano de la Capital. Gestiona el reconocimiento nacional de los títulos otorgados a partir de esa fecha. Crea la Escuela de Música, Danzas y Arte Escénico, “… que se inició en 1964 en cuyo transcurso el acontecimiento más destacado fue la creación de un Seminario Poético, denominado Leopoldo Lugones, que se desarrolló como un cursillo de declamación e interpretación teatral.” [10] Como una manifestación democrática, participativa que a nivel nacional se estimulaba en todas las escuelas públicas hizo que se aprobara el estatuto del Centro de Estudiantes, agrupación que existía como tal desde 1961. Organizó cursos de perfeccionamiento para maestros y llamó a concurso para cubrir cargos de director y profesores (en tres meses se inscribieron 500 alumnos). Se creó el Museo de Artes Visuales en base al proyecto antes emprendido por el profesor Francisco Míguez. Se municipalizó el conjunto de teatro “Luz y Sombras”. Se amplió la Biblioteca Pública (en 1965 poseía un promedio de 500 lectores diarios, 100 más que la Biblioteca Nacional, con horario corrido de 7 a 21 hs) 

Se crea la Plaza del Maestro en Bernal, conocida por los vecinos como plaza Carlos Morel o de los ombúes. 

En 1966, lo designan presidente de la Sub-Junta Quilmes de la Campaña Nacional de Alfabetización y en tres meses se crean 40 centros educativos en los barrios más apartados del Distrito, con una asistencia diaria de 760 alumnos. 

Tras el infame golpe de estado que destituyó al presidente constitucional Arturo Illia y la intervención de todas las instituciones democráticas del país, Pereiras entregó la declaración jurada de bienes que había presentado antes de iniciar sus funciones, documento que aún permanece en poder de su familia. 

Durante su administración había establecido un trato fraterno con don Antonio Blanco, el director-propietario del diario El Sol y en 1967, comienza a colaborar como redactor de ese periódico. 

Es designado Director de la Escuela N° 10 de Sarandí, transformó a dicho establecimiento oficial en uno de los mejores de la Prov. De Bs. As. Se resalta la preparación demostrada por los alumnos que egresaban. Le dio un gran impulso a las actividades deportivas y a la práctica del juego de ajedrez. La Escuela adquirió por su gestión y gracias a los logros obtenidos, el reconocimiento de toda la comunidad. 

En 1968, comienza su actividad como abogado paralelamente a su labor docente y prosigue con las actividades culturales y con la escritura. 

Mucha labor, escuelas, aulas, cientos y cientos de alumnos, la pasión de educar, de formar, expuesta en todas sus funciones, y llegó el año 1978, en que completó los 40 años de antigüedad docente con una presencia perfecta. 

Era admirador de la poesía de Rubén Darío, cuyo primer nombre lleva su hijo mayor. Entre sus muchos escritos, realizó una novela de ciencia ficción que no se editó. Llegó a sentirse un quilmeño más, quiso e hizo mucho por su ciudad por adopción… como tantos, quienes llegaron e hicieron de esa localidad un motivo de vida. Quizá por esa leyenda que transmiten las abuelas del “mal del sauce”

Y aquí falleció Héctor Ángel Pereiras el 14 de febrero de 1995, dejando a su familia y a la comunidad un legado de cultural, ética y moral que estas páginas intentan divulgar para crear un modelo, tan necesario en la disgregación actual.

La profesora Manzo de Torrico abre el acto en de inauguración de la nueva sede de la Biblioteca Goyena en el Local Nº 10 del viejo Mercado Municipal (Olavarría y Moreno) frente a autoridades y alumnos de la Escuela Normal. Segundo a la izquierda el Sr. Pereiras, a la derecha monseñor Podestá, obispo de Avellaneda y la directora del Colegio Nacional Rosa Bucich de von Schultz. (21//7/1964) 

En las siguientes estrofas manifiestó Pereriras su amor a Quilmes: 

Quilmes

Quilmes
Nuestro hogar feliz.
Tu emblema el navío
con una gaviota
La antorcha y el río
que baña leonado
tu playa de gris.

Quilmes
Nuestro dulce hogar
Tres siglos cumpliste
cantemos unidos
por lo que ya eres
todo lo que fuiste
y lo que serás.
Quilmes
Nuestro dulce hogar.

Quilmes
Nuestro hogar feliz
de angustia, de gloria
de fe y optimismo
Tu nombre de indio
perfuma la historia
de nuestro País.

Quilmes, Paz y Alem (circa 1970)

CONCLUSIÓN

“Si hoy olvidamos los cimientos y si se olvida a quienes hicieron los cimientos, el futuro nos lo  reclamará. Muchos se habrán equivocado nuestros maestros, pero a ellos debemos que nos enseñaran a reconocer a nuestros fundadores. Un pueblo sin identidad, sin sentido de pertenencia es un pueblo sin conciencia ciudadana.”Chalo Agnelli 

Se agradece la colaboración de la Prof. Mónica Pereiras
Fotos Colección Biblioteca Goyena e Ítalo Nonna

[2] LA SULFURICA Prof. Dr. Mario Féliz 
[3] La ejecución del Viaducto comenzó a gestarse en el año 1947, estuvo a cargo de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires, esta traería progreso y solución a las áreas afectadas por las vías del ferrocarril. Varios años antes de la realización de este proyecto paraban en la estación de Sarandí 80 trenes diarios. En la década del ’40 los trenes de horario, los especiales para fútbol, de carga de lecheros y maniobras, debían cerrar las barreras 304 veces al día. http://www.culteducaavellaneda.com.ar
[4] La cuenca natural del arroyo Sarandí de extiende hasta las proximidades de la localidad de Longchamps, donde nace el curso con el nombre de Arroyo de las Perdices. Está entubado desde sus nacientes y en alrededor del 80 % de su recorrido. El Arroyo de las Perdices cuenta con un sistema de conductos rectangulares con 60 m³/seg de capacidad que permite transvasar hacia la cuenca del arroyo Santo Domingo las crecidas de baja recurrencia. En caso de grandes crecidas, la condición topográfica determina que el escurrimiento de los excedentes, que no pueden ser conducidos por estos conductos de desagüe, se orienten siguiendo el curso natural de las aguas hacia el canal Sarandí. Luego de recibir como afluente al Arroyo Galíndez, hoy totalmente entubado, a la altura de Lanús se convierte en el Arroyo Sarandí. Desde su cruce con las vías del Ferrocarril General Roca, en la localidad de Sarandí, hasta su desembocadura en el río de la Plata, el arroyo se encuentra rectificado (Canal Sarandí). Esta cuenca comprende una superficie de 80 Km², y se extiende sobre los partidos de Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora y Almirante Brown. La longitud de su cauce principal es de aproximadamente 20 Km. La cota de la divisoria de aguas, en las nacientes, es de alrededor de 25 m IGM, llegando a cotas inferiores a 2 m IGM en el extremo de aguas abajo. Su pendiente media es algo mayor que 1 m/Km. http://www.atlasdebuenosaires.gov.ar/
[5] Ver en EL QUILMERO del: miércoles, 10 de marzo de 2010, “EL DR. FERNANDO POZZO Y LA HISTORIA EN QUILMES”
http://elquilmero.blogspot.com.ar/2010/03/el-dr-pozzo-y-la-historia-en-quilmes.html
[6] Ver en EL QUILMERO del: domingo, 18 de diciembre de 2011, “LA COMISION DE CULTURA DE QUILMES”.
http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/12/la-comision-de-cultura-de-quilmes.html
[7] Primer intendente de la democracia 1983-1987.
[8] Castellini, Lidia - Salvanescki Julio D. “Apuntes para una historia de la Morel”. Tiempo Sur. Quilmes, 2000. Pp.54 a 66.
[9] André Malraux (París, 3/11/1901 – Creteil, 23/11/1976) novelista, político y aventurero, Personaje representativo de la cultura francesa que giró en torno al segundo tercio del siglo XX, en su vida se confunden los elementos novelados del escritor con la expresión del hombre público, la propaganda del político y la realidad de los hechos históricos que vivió. Esta mezcolanza ha llevado a alguno de sus críticos, como el biógrafo Olivier Todd a considerar a Malraux “el primer escritor de su generación que logró edificar de una manera eficaz su propio mito”. Al acceder De Gaulle a la presidencia aceptó ser su ministro de Cultura, cargo que desempeñó desde 1959 hasta 1969. Después de asumir como ministro, la Argentina fue el primer tramo de su gira por América latina. Durante los cinco días que estuvo aquí se encontró con el presidente Arturo Frondizi, disertó en el Congreso y visitó muestras de pintura. No fue el único contacto con nuestro país. A la relación de Malraux con la Argentina le dio especial énfasis su larga amistad con Victoria Ocampo. El número 340 de Sur le estuvo dedicado, cuando murió, en noviembre de 1976, y sus principales libros se tradujeron y editaron aquí por iniciativa de la escritora.
[10] Ver nota 7

Irene Sofía Rodríguez Garay
Por Chalo Agnelli

En este consecuente hábito de revolver entre libros viejos, encontramos en la [Biblioteca] Goyena un ejemplar de “Vidas y Paisajes”, de la profesora Irene Sofía Rodríguez Garay, publicado por la tradicional Editorial Tor [1], "contra viento y marea", como afirmaba su lema editorial. Las palabras preliminares fueron escritas por otro docente característico de la Escuela Normal César Carrizo [2] quien nos acerca a la fecha de edición, 1940.

Son nueve cuentos y seis “Acuarelas cordobesas”, breves composiciones surgidas, quizás, en los viajes por la provincia mediterránea, donde recorrió sus caminos y su gente.

“La rosa encarnada”, “La fortuna de Chango”, “Desencuentro”; Estrategia, “Cántaros de barro”, “La mancha”, “La cáscara”, “Rebelde”, “Almendros en flor”… son los títulos de los breves relatos donde el tema es el amor, la traición, lo prohibido, la muerte y los dos últimos caen en los imprescindibles axiomas que acostumbraba la época, sobre todo en autores que estaban tan fusionados con la “instrucción”.

Su literatura se muestra evidentemente influida por la lectura de los hispanistas, con cierta adjetivación que, sin ser incómoda, asume prioridad sintáctica, lo que no le quita fuerza a lo argumental ni a la sustancia creativa.

Irene Sofía Rodríguez Garay era una mujer morena, alta, nada atildada en el vestir, siempre de buen talante. Poseía una humildad sin pretensiones y no hacía gala de sus conocimientos que eran muchos. Basta la lectura de “Vidas y Paisajes”, para advertir su formación académica. Fue una docente de actuación versátil en la Escuela Normal de Quilmes, donde fue designada el 13 de mayo de 1916 e ingresó el 29 de mayo, el mismo año que egresó la primera promoción del magisterio de esa casa de estudios, creada en 1912.

Docentes de la Escuela Normal de Quilmes, 1926. La segunda sentada desde la izquierda Irene S. Rodríguez Garay

DE RAMALLO A LA PLATA, DE LA PLATA A QUILMES 

Esta educadora nació en la localidad de Ramallo, sobre las barrancas del río Paraná el 13 de julio de 1898 (aunque alguna documentación le adjudican 5 años de edad más, nacida en 1893, confusión que luego, como veremos, le traerá ciertas dificultades). En ese pueblo de la provincia de Buenos Aires donde se levanta el estrambótico castillo normando que el poeta "gauchesco" Rafael Obligado (1851-1920), autor del muy autóctono "Santos Vega"[3] , insólitamente, mandara construir para su mujer Isabel Gómez Langenheim. 

Fueron padres de Irene, don Porfirio Rodríguez (n. 8/9/1841) y doña Fidela Garay (24/4/1863). Tuvo un hermano Domingo que vivió largos años con ella hasta su muerte en 1961. Su padre, de primeras nupcias, había tenido otros hijos. 

Quizá la diferencia de edad del nuevo matrimonio que contrajo don Porfirio produjo desavenencias en la parentela y lo impulsó a establecerse con su nueva familia, a poco que naciera Irene, en la ciudad de La Plata, precisamente en la calle 2 Nº 1235 (1º piso) donde la docente permanecerá el resto de su vida.

CARRERA DOCENTE 

En la capital provincial, Irene Sofía obtiene el título de Profesora de Enseñanza Secundaria Normal Especial en Pedagogía y Ciencias Afines de la Universidad Nacional de La Plata, título muy extenso al que supo sacarle réditos y que superó con creces a lo largo de su carrera docente y su acción cultural. También era bachiller egresada del Liceo de Señoritas de esa ciudad y maestra.

A poco de su ingreso en la Escuela Normal fue Subregente hasta el 1º de octubre de 1941 en que fue designada Regente, en calidad de iniciadora, en el Departamento de Aplicación, además de dictar las cátedras de pedagogía y castellano. Fue Vicedirectora interina a partir del 23 de mayo de 1944 y titularizada el 1º de abril de 1955, año en que ocupó la dirección interinamente hasta 1956; cargo al que volvió en la misma condición en 1960.

Formó el primer núcleo de "Tardes Culturales", convocando a figuras relevantes de las ciencias, las artes y las letras como Víctor Mercante, Rafael A. Arrieta, Leopoldo Longhi, Alfonsina Storni, Baldomero Fernández Moreno. Estos encuentros se realizaban en la sala del teatro Colón de la Sociedad Italiana. 

Formó el "Instituto de Extensión Cultural" con figuras representativas y gran número de alumnos de la localidad. Creó el curso de declamación para niños bajo la dirección de Blanca de La Vega y Olga de La Fuente.



EL COLEGIO NACIONAL

El 5 de enero de 1962, ingresó como titular en el Colegio Nacional con 10 horas de castellano en 1º año, cargo con el que substituía a otro notable educador quilmeño, don Alfredo Quebleen Tessieres. Inmediatamente el 11 de marzo fue designada rectora de esa institución, cargo que asumió el 12 de abril, conservando sus cátedras en la Escuela Normal. Pero al año siguiente, la confusión creada por su fecha de nacimiento (1893 ó 1898) la enfrentó con una decisión fortuita, la jubilación de oficio que le impusieron a partir del 5 de abril de 1963. Si bien Irene S. Rodríguez Garay apeló la medida, después de varios ires y venires se confirmó la misma y esta docente, a quien sus alumnos apodaban, cariñosamente, "la china Dominga", por su temperamento alegre, afectuoso y predispuesta a dar sus clases con mucho histrionismo, dejó la Escuela Normal, el Colegio Nacional y Quilmes definitivamente. Tenía 65 años de edad (ó 70) y 46 años formando maestros en Quilmes.

CONDICIONES 

Terminó su carrera con un 91,17 % de asistencia, lo que demuestra que no la amedrentaban los viajes diarios desde y hacia La Plata. Sus cualidades fueron ampliamente consideradas por sus superiores, destacándose su espíritu solidario. Un documento, que consta en su legajo, detalla la colaboración especial prestada desde el año 1932 hasta el 31 de agosto de 1938. Notas tomadas de los libros copiadores: 
I) Fue felicitada por el acto dirigido en el Instituto de Extensión Cultural. 12/7/32 (Disp. Nº 13. Pág. 215. Nota 273) 
II) Atendió con carácter ad honorem durante 2 hs. de Física en 3er Año y 2 en 3º B - 1/10/32 (Cop Nº 13. Pág. 364. Nota 41) 
III) Colaboró atendiendo 2 hs de Física en 3er Año en reemplazo de la señora de Bianchi. [4] 8/4/33 (Cop. Nº 13. Pág. 173. Nota 97) 
IV) Fue propuesta en 1 h. de Música en 20 A 31/7/33 (Cop. Nº 14. Pág. 377. Nota 305) 
V) Fue propuesta en reemplazo de la Sra. de Molina.[5] 9/11/35 (Cop. Nº 17. Pág. 416. Nota 544) 
VI) Se la designó para atender 6 hs. de Literatura en reemplazo del Señor Carrizo (quien hizo el prólogo de su libro) 9/9/36 (Cop. Nº 19. Pág. 33. Nota 427. 
VII) Se le agradeció su cooperación desinteresada en las horas del Sr. Carrizo 20/8/37. (Cop. Nº 20. Pág. 392. Nota 474) 


OTRAS OBRAS

Rodríguez Garay publicó también otras obras. "Ritmos", una compilación de conferencias que dio en varias instituciones de La Plata, Quilmes y Córdoba. Excelente compositora, realizó la letra y la música de zarzuelas de temática infantil: "Soldados", "La princesita Blanca Nieves" y "La princesa Fregona o El Rey Cuervo", una adaptación de cuentos de los hermanos Grimm. Y puso música a zarzuelas infantiles escritas por quien fue el director de la Escuela Normal el profesor Juan Manuel Cotta: "Las dos muñecas", gavota [6]; "Copito de nieve", minueto [7]; "Las madrecitas", canción de cuna, "Avecita errante", zamba y "Sembraremos", canción; obras editadas por Ricordi. Colaboró con el diario "La Prensa" y la revista "Caras y Caretas"

En el diario “El Sol” del jueves 28 de junio de 1962 le hicieron a la profesora Rodríguez Garay una entrevista que aquí transcribimos: 
EN SU DESPACHO DEL COLEGIO NACIONAL DE QUILMES LA ENTREVISTAMOS. 
— ¿Qué impresión puede darnos sobre el Colegio Nacional? 
— Existe en el alumnado una juventud encomiable, digna de la dirección que concrete en ellos su verdadero ideal, la formación integral en lo que respecta a su alma, cuerpo y mente. Al joven debe orientárselo, encaminarlo, llevarlo despacio, por sendas firmes de deberes, y responsa­bilidades. Los conocimientos deben suministrárseles en profundidad. 
En síntesis formar en ellos la real dimensión de los va­lores y forjar su personali­dad. 
Debo agregar que cuento con un personal correcto, responsable, de ellos puede esperarse todo lo que se anhela. Trabajaremos unidos hacia un mismo fin, libre de egoísmos. 

ESCAPE A LA ENERGÍA 
— Por sobre todo eso. ¿Ha­cia dónde orientará, su acción? 
— Para dar escape a la energía juvenil es acertado dejarles un campo fértil y propicio a sus propias iniciativas. La formación de un Club Colegial con propia dirección puede servir a esos fines. Nú­cleos, como el ya proyectado de ajedrez con algún encuentro ganado u otros como el de fútbol, también en marcha. 
Otro de mis anhelos será tratar de acercar al Colegio a los egresados, con la for­mación de un Centro de Exalumnos. 
También espero unir los núcleos, ahora separados, en uno solo dentro del personal. 
Quiero destacar la actitud del alumnado que ha obser­vado perfecta presentación en los desfiles así como la bri­llante actuación del coro. Su disciplina es natural, sin exigencias, todo librado a la propia responsabilidad. 

SALUDO A LA ESCUELA NORMAL 

Desde mi flamante cargo hago llegar un saludo a mi que­rida e inolvidable Escuela Nacional Normal Mixta “Almirante Guillermo Brown“en el año de su cin­cuentenario. 


Chalo Agnelli
Cristina Secco
Comisión Administradora de la Biblioteca P. P. Goyena
Aportes orales del Prof. Celiar R. Cella 

FUENTES 
Archivo de la Escuela Normal de Quilmes. 
Biblioteca Popular Pedro Goyena.
Diario El Sol, jueves 28/6/1962
http://luisalberto941.wordpress.com/

NOTAS
[1] “La Historia de la Editorial Tor reflejada en un libro”: En 1916 Juan Carlos Torrendell (1895-1961) un catalán que había llegado a la Argentina siendo niño funda una editorial a la que inicialmente bautiza con su apellido, que se acorta luego a Tor y se convierte a partir de los años treinta en una verdadera usina productora de libros (cerca de 12.000 títulos entre 1916 y 1971) que a precios muy accesibles y abarcando los más diversos géneros literarios, significó un notable aporte a la cultura popular argentina. En 1939 lanzó Pif-Paf, la revista a través de la cual se difundieron grandes títulos de la historieta americana, en 1940 salieron a la calle las primeras ediciones de Batman, fuera de las estadounidenses Por Carlos Abraham. 

[2] César Carrizo, nació en La Rioja en 1889, destacándose como escritor, como catedrático y como periodista. Trabajó varios años en la Escuela Normal de Quilmes. Cuando Rubén Darío dirigía en París su famosa revista Mundial — dice Federico Carlos Sáinz de Robies — Carrizo remitió a ella un cuento denominado “La huerta”, recibiendo no sólo la satisfacción de verlo publicado, sino el espaldarazo consagratorio”. El haber de su obra fue copioso y variado. Entre los títulos fundamentales conviene recordar: “Holocausto”, “El dolor de Buenos Aires”, “Llama viva”, “Perfume de mujer”, “Santificada sea”, “El domador”, “Imagen y jerarquía de Rosario”, “Un lancero de Facundo”, “Una vida ejemplar”, “Imágenes del país”, “Rapsodia viajera”, “Viento de la altipampa”, “Caminos argentino”, “El rastro de los conquistadores”, “La risa del diablo” y “Los hombres de piedra”. Medularmente romántico y apegado a los temas nacionales, Carrizo fue un escritor de gran oficio, que en su época conquistó muchos lectores mediante la fórmula fácil de una construcción dramática de tipo directo, sin complicaciones innovadoras de ninguna naturaleza. Falleció en Buenos Aires en 1950 (por Ariel Ferraro en “Poetas y escritores riojanos”- http://bibliotecamarianomoreno.or) 
[3] En 1872, Hilario Ascasubi publicó en París Santos Vega o Los Mellizos de La Flor, extenso poema en el que Santos Vega desempeña el papel de narrador de la historia de los mellizos de Luis y Jacinto. Santos Vega conoce en una pulpería a Rufo Tolosa quien lo invita a su rancho donde le cuenta la historia de aquellos. Poco después, Eduardo Gutiérrez contó a la manera de folletín la historia de Santos Vega y su amigo Carmona, perseguidos por la justicia. Obligado tras leer la obra de Gutiérrez, concibió su inmortal poema "Santos Vega" en 1885.
[4] Haydée P. Estrella de Bianchi, profesora secundaria de Física y Química
[5] Crescencia López Oliveros de Molina. Maestra egresada de la Escuela Normal Mixta de Azul en 1907. Ingresó a la Escuela el 23 de abril de 1912. 
[6] La gavota (gavotta, gavotte, gavot o gavote), originada como una danza popular francesa. Con un compás de 4/4 Ó 2/2 y velocidad moderada, la distinción básica de la gavota original consiste en que las frases se inician siempre en la mitad del compás, es decir en la tercera nota. 
[7] El minueto o 'minué', es una antigua danza tradicional de la música barroca originaria de la región francesa de Poitou.

Fuente: Blog EL QUILMERO el 3/19/2014 

14/3/14

PRESERVACIÓN (I)
Antiguas recomendaciones aún vigentes

Sobre normas de consulta:

“Conviene al decoro de los escolares que, cada vez que pasen de la refección al estudio, preceda a la lectura un buen lavado, para que con los dedos untados de grasa no abran los cierres de los libros ni pasen las hojas. Tampoco ha de permitirse que los niños llorones se queden mirando las imágenes de las capitulares, para que no manchen el pergamino con sus lágrimas ni con sus dedos húmedos, pues ya se sabe que lo tocan todo”
Ricardo de Bury (1344)

 

Richard de Bury, también conocido como Richard Aungerville, fue un escritor, bibliófilo, monje benedictino, obispo de Durham de 1333 a 1345 y uno de los primeros coleccionistas de libros de Inglaterra.


Reproducir para conservar:


“Y porque si se sacassen las dichas escripturas originales de los caxones donde están y an de estar guardadas para trasladarlas todas las vezes que se pidiessen se podrian maltratar y succeder inconvenientes, mandamos que de todas las dichas escripturas originales se saquen copias y dellas se vayan formando y enquadernando libros que sean en muy buen papel y escritos en muy buena letra. Y que dichos libros no se pongan en la misma pieça donde huvieren de estar los originales, sino en otra muy distinta y apartada”
Instrucción para el gobierno del Archivo de Simancas (1588)

 Archivo General de Simancas considerado uno de los mayores de Europa
Fuente: Normas para edificios destinados a Archivos y Bibliotecas.

CONSIDERACIONES SOBRE LAS INSTALACIONES DEL REPOSITORIO (V)

Seguridad frente a agresiones
César Martín Gavilán (fragmento)

[...] Es importante determinar las exigencias de protección contra agresiones externas (hurtos, vandalismo, aunque también negligencia y manipulaciones indebidas) o agresiones internas de tipo biológico (microorganismos, insectos y roedores). 

En cuanto a las primeras, es habitual instalar sistemas antiintrusión (contactos magnéticos, detectores, sensores de rotura de cristales) y mantener una conexión preferiblemente no eléctrica con la central de una empresa de seguridad pública o privada para garantizar un buen nivel de protección cuando el edificio esté cerrado.

Las agresiones ambientales (humedad, temperatura, luz) y las causas biológicas son, normalmente, las que provocan un riesgo más elevado en los documentos, dado el secular estado de abandono en que se han mantenido muchos archivos y depósitos documentales.

Las causas biológicas se deben a la acción de microorganismos como los hongos y las bacterias. Los hongos constituyen una auténtica plaga que se dispersa por los documentos en papel o pergamino y que se manifiesta en forma de manchas de un color más o menos intenso. Se han censado más de seiscientas especies, que se desarrollan con cierta rapidez en los casos de exceso de humedad, ausencia de ventilación y falta de luz.

En cuanto a los insectos, destacan los tisanuros, entre los cuales los más comunes son los denominados pececillos de plaza, los dictiópteros, como la cucaracha, y los isópteros, que son la especie más temible y devastadora. El isóptero más conocido es la termita, que origina verdaderas plagas de difícil erradicación, ya que, cuando se detecta, ya suele haber echado a perder libros, documentos e, incluso, la estructura de madera de los edificios antiguos, lo cual la convierte en un insecto de temibles efectos.

Finalmente, debemos citar a los roedores, que echan a perder el papel o el pergamino para construir sus nidos, y que tienen una gran resistencia a los tratamientos tóxicos que se les pueden aplicar. La mejor prevención contra la acción de los microorganismos, los insectos y los roedores es mantener el edificio en las condiciones climáticas y de limpieza adecuadas, y llevar a cabo periódicamente tratamientos de desinfección, desinsectación y desratización a cargo de empresas especializadas.

Protección contra el fuego


Por lo que respecta a la protección contra el fuego, el archivo, aparte de tener los correspondientes aislamientos, muros y puertas cortafuegos y salidas de emergencia, debe disponer de una instalación eléctrica adecuada. La misma naturaleza de los materiales de archivo y la pervivencia todavía de mucho mobiIiario de madera convierten el fuego en la causa de la mayoría de las pérdidas de patrimonio documental.

Para prevenir los efectos de un posible incendio, hay que disponer de un buen sistema de detección y de extinción del fuego. Por ello se tiende a instalar sistemas de detección de humo muy sofisticados y sensibles de extinción automática (por ejemplo, de gas carbónico, polvo polivalente y agua nebulizada) para intervenir con rapidez y evitar la propagación del fuego.

También es aconsejable repartir extintores manuales por todo el archivo. Avisar a los bomberos es el último paso que hay que dar, y se debería limitar a los casos en que las proporciones del incendio lo hagan imprescindible, ya que la extinción mediante agua generalmente ocasiona pérdidas casi de la misma importancia que las producidas por el propio fuego.

Las inundaciones y las fugas de agua en instalaciones muy antiguas también se convierten en un riesgo constante para la seguridad de los documentos.

En caso de un siniestro de este tipo, los documentos hay que tratarlos rápidamente, ya que en pocas horas serán atacados por hongos. En los últimos años se han ensayado tratamientos por liofilización, consistentes en poner temporalmente los documentos mojados a temperaturas de cerca de 175ºC bajo cero. Esto provoca una falta de oxigeno y un rechazo del agua en forma de hielo, hecho que favorece el secado rápido.

Políticas de preservación

En último término, debemos tener presente que las políticas de preservación son la base y una de las funciones prioritarias de una institución de archivos.

En este sentido, la archivera Helen Forde (1997) remarca la necesidad de tener presentes las siguientes consideraciones:

• Almacenar los materiales de archivo en contenedores y en condiciones adecuadas.
• Proveerse de los medios de acceso con la perspectiva de minimizar los riesgos de daños.
• Dotarse de los equipamientos adecuados para proteger los originales mientras se utilicen.
• Mantener los estándares homologados de preservación en todo el archivo.
• Formar y desarrollar un equipo adecuado en técnicas de preservación.
• Proveerse de soportes de sustitución para los casos de materiales degradados, en malas condiciones o de uso intensivo.
• Emprender los trabajos de tratamiento de los documentos dañados como una cuestión prioritaria.
• Retirar los documentos del acceso público si corren riesgo de degradarse.

Para alcanzar estos objetivos es obvio que el archivo debe contar con un cuerpo de profesionales especializados en prevención y restauración de los documentos que sean capaces de actuar para paliar los estragos derivados de la acción de cualquiera de los agentes que hemos enumerado. Estos expertos, normalmente restauradores, poseen los conocimientos necesarios para intervenir sobre los soportes (pergamino, papel, papel vegetal, tela de plano, papel heliográfico, papel oxálico), el tipo de tintas, el formato de los documentos o el tipo de infección o agresión.

La toma de conciencia de la necesidad de prevenir y restaurar los fondos de los archivos ha propiciado el desarrollo de una serie de investigaciones denominadas bioarchivística, con la voluntad de avanzar en el estudio de la flora y la fauna que afectan a los documentos de archivo y desarrollar los métodos que permitan una mayor eficacia en su tratamiento.

Fuente: Martín Gavilán César (2009). "El archivo como centro de conservación: edificios, depósitos e instalaciones".
(El destacado nos pertenece)

8/3/14

DÍA DE LA MUJER
UNA MAESTRA A LA QUE DEBEMOS RECORDAR

Herminia Brumana (V)



Fin de esta selección

Fuente: Exposición Virtual "Las mujeres en la educación Argentina" preparada por la Biblioteca Nacional de Maestros (BNM)

DÍA DE LA MUJER
UNA MAESTRA A LA QUE DEBEMOS RECORDAR

Herminia Brumana (IV)




Continuará...

Fuente: Exposición Virtual "Las mujeres en la educación Argentina" preparada por la Biblioteca Nacional de Maestros (BNM)

DÍA DE LA MUJER
UNA MAESTRA A LA QUE DEBEMOS RECORDAR

Herminia Brumana (III)





Continuará...

Fuente: Exposición Virtual "Las mujeres en la educación Argentina" preparada por la Biblioteca Nacional de Maestros (BNM)

DÍA DE LA MUJER
UNA MAESTRA A LA QUE DEBEMOS RECORDAR

Herminia Brumana (II)







Continuará...

Fuente: Exposición Virtual "Las mujeres en la educación Argentina" preparada por la Biblioteca Nacional de Maestros (BNM)

DÍA DE LA MUJER
UNA MAESTRA A LA QUE DEBEMOS RECORDAR

Herminia Brumana (I)

Herminia Brumana fue una mujer singular en casi todas sus facetas, pedagoga libertaria, periodista y autora de cuentos y poemas, adscribió a las ideas y principios anarquistas sin pertenecer formalmente a ninguna agrupación.


Herminia Brumana nació en Pigué (provincia de Buenos Aires) el 12 de septiembre 1897, era descendiente de una familia de inmigrantes italianos, estudió magisterio en Olavarría retornando a su ciudad natal a ejercer su noble oficio.

Ahora bien, como maestra, no se limitó a enseñar letras y números sino que siguiendo los lineamientos de la pedagogía libertaria de Francisco Ferrer I Guardia predicó entre los niños y las niñas los principios de la solidaridad social y la necesaria comprensión del mundo, el respeto a la naturaleza y los anhelos de libertad para todos y cada uno.

En 1917 fundó y un periódico y en 1918 publicó el libro Palabritas dedicado especialmente a las niñas y niños. Practicó la pedagogía en diversas escuelas de la provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal.

En 1923 apareció su libro Cabezas de mujeres, definido por Herminia Solari como un conjunto de relatos de reafirmación y autoconciencia, un libro sobre la mujer dirigido a las mujeres. En la década que va de 1929 a 1939, Herminia Brumana publicó los libros: Mosaico (1929), La grúa (1931), Tizas de colores (1932), Carta a las mujeres argentinas (1936), Nuestro hombre (1939).

Todos estos volúmenes expresan su inquietud por la indispensable ruptura con absurdos atavismos que someten a las mujeres en la sociedad y por el desigual acceso a los conocimientos para los integrantes de las clases desposeídas y subalternas.

La poeta y también escritora entrerriana Ema Barrandeguy evoca a esta mujer pionera en su libro No creo que mi país sea poderoso. En 1958, luego de su partida de este mundo, se publicó un volumen con sus obras completas que compila relatos, poemas y conferencias, y una década después el libro Ideario y presencia de Herminia Brumana.

Acompañamos esta brevísima semblanza con uno de sus textos (Obras Completas, Tizas de colores, p. 240). 
Recomendamos a los lectores interesados visitar la Exposición Virtual "Las mujeres en la educación Argentina" preparada por la Biblioteca Nacional de Maestros que, entre otros muchos documentos, ofrece el acceso a Tizas de colores
(en http://www.bnm.me.gov.ar/ebooks/reader/reader.php?dir=00030229&num_img=-00&mon=0&vn=s&vi=s&vt=s&vp=s&vv=s&vh=s&modo=&zoom=100&c=&buscar=&ir_a=240&buscar=Ir+a+p%E1g.)



Continuará...
Bibliografía

Bellucci, Mabel (1994). «Anarquismo y feminismo. El movimiento de mujeres anarquistas con sus logros y desafíos hacia principios de siglo». Todo es Historia abril (321): pp. 66-67.
Fletcher, Lea (1987). Una mujer llamada Herminia. Buenos Aires: Catálogos Editora.
Paniza, Delio (1954). Semblanza de Herminia Brumana. Buenos Aires: Montiel.
Rodríguez Tarditi, José (1956). Herminia Brumana, escritora y maestra. Buenos Aires.
Sámatan, Marta Elena (1974). Herminia Brumana, la rebelde. Buenos Aires: Plus Ultra.
Szlaska de Dujovich, Raquel (1987). Herminia C. Brumana en su proyección docente e intelectual. Buenos Aires: De la autora.
Wapnir, Salomón (1964). Perfil y obra de Herminia Brumana. Buenos Aires: Perlado.

Fuentes: http://www.elciudadanoweb.com/historia-de-mujeres-con-coraje-y-espiritu-libertario/
http://www.bnm.me.gov.ar/ebooks/reader/reader.php?dir=00030229&num_img=-00&mon=0&vn=s&vi=s&vt=s&vp=s&vv=s&vh=s&modo=&zoom=100&c=&buscar=&ir_a=240&buscar=Ir+a+p%E1g.