7/11/13


El miércoles 30 de octubre a las 18 horas compartimos una nueva Tertulia Americana en la Biblioteca Nacional de Maestros. En esta oportunidad, las especialistas Lizel Tornay y Luz Ayuso -pertenecientes al plantel de la Escuela Normal de Profesores Nº 2 "Mariano Acosta"- nos guiaron en la exploración de documentos y objetos pertenecientes al pasado de “La Escuela Normal”, con el propósito de analizar y deconstruir relatos sobre este modelo hegemónico y homogeneizante de las prácticas para la formación docente.

Ana Diamant, responsable de Sala Americana, presenta a las panelistas Lizel Tornay y Luz Ayuso.
La indagación de los archivos escolares permitió acercar una nueva perspectiva para el estudio del pasado escolar: la mirada localizada en una institución, inscripta en una comunidad específica, que establece relaciones, tensiones, alianzas entre los distintos niveles de decisión y gobierno en sus ámbitos local, provincial y nacional.

Asistentes a la Tertulia, en la Sala Americana de la BNM.

De este modo, las investigadoras propusieron un recorrido distanciado de los estudios tradicionales del campo de la historia de la educación argentina, que privilegia el abordaje de los documentos emanados desde el Estado Nacional, los antecedentes históricos de leyes y decretos y los debates que los antecedieron para dar cuenta de la organización del sistema educativo. Estas investigaciones derivaron en la construcción de una historia de la educación basada en enunciados del discurso pedagógico hegemónico, organizado sobre biografías ejemplares y grandes gestas escolares.

La escuela de noche (fragmentos)
Julio Cortázar (1)

"A la memoria de don Jacinto Cúcaro, que en las clases de pedagogía del normal "Mariano Acosta", allá por el año 30, nos contaba las peleas de Suárez.

[...] Casi meto la mano en un pincho, pero pude saltar bien, la primera cosa era agacharse por si a alguien le daba por mirar desde las ventanas de la casa de enfrente, y arrastrase hasta encontrar una protección ilustre, el basamento del busto de Van Gelderen, holandés y fundador de la escuela. Cuando llegamos al peristilo estábamos un poco sacudidos por el escalamiento y nos dio un ataque de risa nerviosa. Nito dejó el poncho disimulado al pie de una columna, y tomamos a la derecha siguiendo el pasillo que llevaba al primer codo donde nacía la escalera. El olor a escuela se multiplicaba con el calor, era raro ver las aulas cerradas y fuimos a tantear una de las puertas; por supuesto, los gallegos porteros no las habían cerrado con llave y entramos un momento en el aula donde seis años antes habíamos empezado los estudios.

-Yo me sentaba ahí.
-Y yo detrás, no me acuerdo si ahí o más a la derecha.
- Mirá, se dejaron un globo terráqueo.
-¿Te acordás de Gazzano, que nunca encontraba el África?

[...]
Desde arriba miramos al patio de la planta baja, cuadrado como casi todo en la escuela, incluidos los cursos. Seguimos por el corredor que lo circundaba, entramos en una o dos aulas y llegamos al primer codo donde estaba el laboratorio; ése sí los gallegos lo habían cerrado con llave, como si alguien pudiera venir a robarse las probetas rajadas y el microscopio del tiempo de Galileo. Desde el segundo corredor vimos que la luz de la luna caía de lleno sobre el corredor opuesto donde estaba la secretaría, la sala de profesores y el despacho del Rengo. El primero en tirarme al suelo fui yo, y Nito un segundo después porque habíamos visto al mismo tiempo las luces en la sala de profesores."

(1) Egresado como Maestro Normal en 1932 y como profesor en Letras en 1935.

Fuentes: http://www.bnm.me.gov.ar/novedades/?p=8729
http://www.curiosamonserrat.com.ar/marianoacosta/la_escuela_de_noche.html

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