2/5/12

ESCUELA NACIONAL DE MUSEOLOGÍA

Entrevista al doctor Oscar Andrés De Masi, Vocal Secretario de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos y Regente en la Escuela Nacional de Museología, donde dicta el seminario de Patrimonio Monumental, y docente del Ciclo en Museología Histórica y Patrimonial de la Universidad Nacional de Lanús. 

¿Qué es la Escuela Nacional de Museología?

Es una institución que ha acumulado una experiencia de 40 años pese a lo cual es poco conocida como unidad académica que depende de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos, desde el origen mismo del establecimiento. Se da una situación digna de señalar que es que, si bien la Comisión conserva en su nombre oficial la palabra original, “Museos” desde 1938, sin embargo, en algún momento la Comisión resignó su jurisdicción sobre los museos porque esta jurisdicción la tiene ahora la Dirección de Patrimonio y Museos de la Secretaría de Cultura. Y, pese a haberla resignado, no lo hizo con la unidad académica, como señal de voluntad de la Comisión Nacional de seguir acompañando la formación de los museólogos como recursos humanos formados en la materia, en la museología y en el patrimonio; como custodios de la memoria e identidad que expresan los museos nacionales.

¿Con qué características se re lanzará la Escuela?

Esta gestión directiva de la Comisión Nacional está llegando a la mitad de su mandato, (los cargos del directorio duran seis años por ley), y el cuerpo colegiado que conduce la Comisión, en este punto medio de su gestión completa, en este tramo final de mandato, se ha propuesto una serie de objetivos estratégicos relacionados con la Escuela Nacional de Museología y con la formación de los museólogos especializados en museología histórica. Consideramos que esta mirada es más intensa y requiere un re lanzamiento para que estos proyectos se lleven adelante en los tres años restantes en los que se pretende articular una serie de acciones que conduzcan a la ampliación de la oferta académica y a la más completa formación del recurso humano museólogo.

Podría decir que se nos presentan tres grandes metas que involucran a la Escuela y que la Comisión quiere fortalecer y motorizar; la primera, se refiere a preparar una actitud, una mirada y una percepción en línea con lo que será la nueva sede de la Escuela. La Comisión está llevando adelante un proyecto para construir su nueva sede institucional, junto con la sede del Centro Nacional del Patrimonio (para nuclear a las ONG´s),  y en el mismo sitio, la Escuela Nacional de Museología. Esto va a ocurrir en la histórica Manzana de las Luces en el sector que hoy ocupa una playa de estacionamiento. La Comisión convocó, junto con la Sociedad Central de Arquitectos y la Dirección Nacional de Arquitectura a un concurso de anteproyectos, y ya hay un anteproyecto ganador, muy meritorio, de una arquitectura muy contextual de acompañamiento de los núcleos edilicios existentes (la ex Procuraduría de las Misiones y las ex Casas Redituantes, ambos monumentos). Pensemos que es una manzana histórica donde hay que acompañar respetuosamente la arquitectura que existe, y que impone algunas limitaciones al programa proyectual, limitaciones en cuanto a lo constructivo. Porque habrá que evitar apoyos en ciertas paredes históricas, hay alturas que respetar, hay una obvia dificultad en hacer excavaciones para fundar el nuevo edificio porque existe un yacimiento arqueológico en la Manzana y están los famosos túneles. Aún con todas estas limitantes, tenemos un proyecto muy consistente con las bases del concurso. Es una arquitectura moderna y allí estará la Escuela,  con todo lo que se requiere y con una comodidad para un establecimiento de educación superior, con aulas, cómodas, laboratorios, sectores para guarda de elementos de museografía, sala de profesores etc. Este proyecto implica un cambio importante y la Escuela tiene que adaptar su pensamiento a cómo va a usar este nuevo espacio. Necesitamos preparar la mente del usuario que son los directivos, empleados, profesores y alumnos para un espacio que nos permitirá preparar y realizar actividades que hoy, por la limitación de la sede actual, no podemos desarrollar.

El segundo tema estratégico es una respuesta que hemos dado desde la Comisión a una demanda largamente planteada por nuestros egresados de la ENaM, quienes obtienen un titulo terciario, Técnico Superior en Museología Histórica, y que por razones de formación personal o de requerimientos de puntajes laborales, (muchos de los egresados trabajan en museos nacionales), demandan acceder al título universitario en un contexto donde no hay gran oferta de ese nivel universitario para los museólogos. Hubo hasta hace poco una oferta privada en la Capital muy restrictiva a causa de la cuota, y tenemos una oferta pública en La Plata y en Rosario. Últimamente ha aparecido algo que podríamos llamar similar, pero es a distancia y deberíamos analizar su calidad. Pero estábamos necesitando una licenciatura específica y logramos, tras mucha negociación y mucho trabajo (destaco aquí la labor de la especialista Betina Oubel, nuestra actual secretaria académica, en cuanto a la preparación del plan de estudios), un convenio con la Universidad Nacional de Lanús para dictar un ciclo de complementación curricular que otorga un título de Licenciado en Museología Histórica y Patrimonial, donde nuestros egresados con solo acreditar su carácter de graduados en la ENaM, pueden acceder a este ciclo de dos años y tesina. Nos parece una tarea importante y que requiere una fuerte articulación de contenidos. Nuestro desafío es lograr una suerte de conciencia en el alumno que se inscribe en la ENaM, en el sentido de que se está inscribiendo en primer año de un terciario, pero que no se libera en tercer año de su carga formativa, ni completa del todo su ciclo formativo, sino que recién se irá en ese quinto año que curse y apruebe en la Universidad Nacional de Lanús. Hay que trabajarlo mucho, desde el punto de vista de la articulación de contenidos, de programas y de cátedras. Por eso estamos intentando duplicar los profesores de la ENaM y llevarlos como docentes a Lanús: tenemos un muy buen cuerpo de profesores y ahí radica una de nuestras fortalezas. La mayoría de los alumnos que se han inscripto en el Ciclo UNLa son egresados de la ENAM. Pero no es restrictivo porque recibimos a otros alumnos que vienen de la rama de la historia, de la plástica, de la gestión cultural, del turismo. Para ellos también está abierto el Ciclo de Complementación Curricular, mediante un curso de nivelación. Además se ha fijado una matrícula muy accesible.

¿Cuál es el rol de la ENaM, como precursora de este plan educativo?

Un tercer aspecto del relanzamiento de la ENaM es la percepción de que esta Escuela de Museología, con estos cuarenta años de experiencia y de instalación en el medio educativo argentino, siendo la única escuela en su tipo sostenida por el Estado Nacional en la figura de la Comisión Nacional de Monumentos, (que es decir la Secretaría de Cultura); que otorga títulos oficiales y es un establecimiento de enseñanza superior, pública y gratuita; debe tomar un rol de liderazgo en el mercado educativo del patrimonio, y ampliar su oferta formativa: no podemos contentarnos con un curso curricular de tres años, si bien muy completo,  porque percibimos que hay otras demandas no satisfechas. Entonces la ENaM, con sus auspicios institucionales, su ubicación a metros de la plaza de Mayo,  y su sólido cuerpo de profesores puede salir a ofrecer ciertas temáticas. Hemos planteado una cantidad de seminarios que,para los alumnos que deseen cursarlos tendrán valor de prácticas para su carrera, pero que estarán abiertos al público en general. Pensamos en seminarios que complementan la formación museológica, como un seminario de cine argentino, otro de representación escénica de materia histórica, de conservación de papel y de fotografías. Es importante porque permite jugar y articular contenidos de distintas materias del plan de estudios. Por ejemplo, si hablamos de representación teatral, hablamos de mobiliario, de literatura, de música, de iconografía. Por su parte,la conservación de los soportes documentales es un ítem teórico-práctico que está haciendo falta en los museos. Queremos ofrecer también un seminario que suponemos que despertará gran curiosidad y se refiere al arte oriental, ya que algún día, los argentinos dispondremos de un museo de arte oriental correctamente organizado y exhibido. Para ese momento preparamos recursos formados.

¿Qué es un museólogo?

El rol del museólogo ha ido cambiando con el tiempo y con el progreso propio de la disciplina museológica y patrimonial en general, así como ha ido evolucionando el rol de la institución museo y el rol identitario del patrimonio. El museólogo, en una concepción tradicional ya superada, era un señor o señora que trabajaba en un determinado museo y custodiaba objetos antiguos, piezas de arqueología, reliquias patrióticas, piezas de arte, de acuerdo a la orientación de cada institución. Este rol “encerrado” del museólogo como simple guardián de objetos ha cambiado. Hoy es más que esto: es un profesional que no sólo custodia o guarda, sino que, además, documenta e interpreta el patrimonio. Los objetos no hablan por sí solos, hay que hacerlos hablar. Y para ello hay que darles un guión. El museólogo logra el prodigio de que estos objetos hablen a través del guión museológico y museográfico. Es un agente dinámico del patrimonio y un custodio activo de la memoria y la identidad colectiva. Las colecciones de museos y los bienes patrimoniales adquieren valor en la medida en que atesoran, transmiten y resignifican la memoria colectiva de una sociedad. El museólogo tiene muchas cosas para hacer y en muchos otros lugares, además del museo, naturalmente. Puede asesorar a los coleccionistas, al Estado, a las organizaciones culturales. Me quedo con esta idea de un intérprete del patrimonio: el profesional formado que hace hablar a los bienes patrimoniales y que, además, actúa como custodio de la memoria y la identidad común, materialmente expresadas en los bienes patrimoniales.

¿Cuál es el guión que seguirán los profesores para lograr que el Museólogo sea un intérprete del patrimonio?

Si nos movemos en el terreno de la innovación, existen hoy escuelas que se autodenominan como la “nueva museología”. Se discute hasta donde llevar estos alcances innovadores: si somos excesivamente tecnológicos o no lo somos, si los dispositivos virtuales llegarán un día a reemplazar a los objetos, etc. Nosotros decimos que los objetos son irreemplazables, que su materialidad corpórea es vinculante para la institución museo. Entonces, las herramientas tecnológicas tienen que estar al servicio de la exhibición museográfica, de la didáctica y de la interpretación de los bienes patrimoniales. Pero, a la vez, sostenemos ese carácter insustituible y mágico del objeto como protagonista principal de la exhibición. ¿Qué ocurre cuando no hay objeto? Pues en ese caso debemos hablar de otro tipo de dispositivo, que no llamamos museos y que denominamos “centro de interpretación”. Y en ellos también el museólogo tiene un rol profesional.

También es importante ser realistas en cuanto los alcances de la tecnología aplicada al museo, porque en definitiva nuestra realidad es americana, con todo lo que ello implica de imaginativo y a la vez de limitativo de recursos. ¿De qué vale tener un museo “hiper-tecno” si luego, cuando se quema una lamparilla, no habrá presupuesto para cambiarla? Entonces, el criterio de sustentabilidad del patrimonio se torna mandatorio. esto lo sabemos bien los latinoamericanos y lo están aprendiendo ahora, crisis mediante, los europeos…

Pero, volviendo a la pregunta, tenemos un cuerpo de profesores muy formado y un programa de materias muy variado, desde las disciplinas históricas, la antropología, el arte en sus variantes de historia y de iconografía, la indumentaria, arqueología, las artes aplicadas, el mobiliario, la numismática, la oplotecolgía y luego las disciplinas propiamente museográficas y museológicas, la comunicación, el montaje de la exhibición, la gestión institucional etc.. Tenemos un programa que los profesores van actualizando y como muchos de ellos participan en la gestión de museos pueden aportar reflexiones teóricas nuevas y temas empíricos de debate a los que estamos abiertos. De hecho la Escuela de Museología debe caracterizarse por un gran rigor científico-técnico en la presentación de los contenidos y, a la par, una gran libertad intelectual y académica para discutir esos contenidos, con respeto mutuo y fundamento.

Doctor Oscar A. De Masi:

Abogado especializado en normativa del patrimonio monumental. Ex Asesor Legal y actual Vocal Secretario de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos y ex Coordinador del Programa Bicentenario y Obra Pública Patrimonial de la Provincia de Buenos Aires. Miembro del CICOP. Regente en la Escuela Nacional de Museología, donde dicta el seminario de Patrimonio Monumental, y docente del Ciclo en Museología Histórica y Patrimonial de la Universidad Nacional de Lanús. Autor, entre otras obras de “La última esquina de Carlos Gardel – Historia y estética de su mausoleo”, “La Catedral de Lomas de Zamora – Historia y memoria de un templo bonaerense” (Alberto S. J. de Paula – Oscar Andrés De Masi) y “El Jardín Japonés en Buenos Aires”, “Cuatro moradas sarmientinas con declaratoria nacional”.


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