25/4/12

Sobre el patrimonio arquitectónico y las contradicciones de su conservación

El Palacio Salvo [de Montevideo] se declaró insolvente
Dice que no puede pagar multas de IMM y que gasta más de lo que recibe

ANDRÉS LÓPEZ REILLY

Ser Patrimonio Histórico puede ser una desventaja: el Salvo no puede utilizarse para hacer publicidad, algo que -valga la redundancia- podría ponerlo a salvo en tiempos en los que no puede hacer reparaciones ni pagarle lo que le debe a la IMM.

"Hoy en día el Palacio Salvo es inviable. No podemos pagar absolutamente nada desde hace mucho tiempo". Así de contundente fue el presidente de la Comisión Administradora del emblemático edificio, Ricardo Romero, ante la Comisión de Legislaciones y Apelaciones de la Junta Departamental.

 Como se recordará, la Intendencia volvió a multar al Salvo por el estado de su fachada y no descarta llevar a juicio a la Sociedad Anónima que lo administra. Dice que debe US$ 2 millones de Contribución y alerta por desprendimientos de la fachada hacia la calle. "Le hemos exhortado que haga las reparaciones, pero se llega a un límite en el que tenemos que reaccionar", declaró en febrero a El País el director de Espacios Públicos y Edificaciones de la comuna, Daniel Espósito.

La respuesta de Romero fue contundente: "La multa es impagable; el Palacio Salvo no puede más".

"Es el principal ícono del país, pero cuando nos nombraron Patrimonio Histórico, nos liquidaron, porque no podemos hacer publicidad, cuando hay multinacionales que quieren hacer dignas publicidades. No podemos hacer nada; nos cortan por completo todas las posibilidades que tenemos. (…) Antes era un asentamiento y nunca nadie se preocupó por eso hasta que llegó un director y empezó a sacar gente; fueron con una pistola para sacar a los que dormían en los pasillos. Otro asentamiento igual tienen en 18 y Andes y no lo pueden solucionar", se quejó.

Romero dijo que "nos entran $ 500.000 de gastos comunes y salen $ 530.000, $ 540.000 o $ 560.000. Así la multa fuera por $ 10.000, no se puede pagar".

"No les pedimos plata: les pedimos que no nos sigan multando porque no podemos pagar las multas, entiéndanlo. Hay una sola solución: plata. Y la plata la podemos conseguir solamente permitiendo que una multinacional o un banco anuncien ahí. No hay otra solución, y cada vez se va a hacer más inviable. Esto se podría solucionar si a pesar de ser Patrimonio Histórico nos dejan hacer publicidad digna en el Palacio Salvo. (…) Por eso digo que el día que nos declararon el edificio monumento histórico nos liquidaron", destacó.

La Sociedad Anónima del Salvo administra los dineros de sus accionistas, pues quienes viven allí no tienen títulos de propiedad, sino acciones nominativas "con derecho a goce" de las unidades. La sociedad ha tenido pocos cambios con el paso de los años. "Hace 27 años que soy director y desde hace 8 o 10 no tuve más remedio que agarrar la Presidencia; no la quiere agarrar nadie. Llamo a asamblea, se presentan 7.000 acciones y gano por 6.900. Estoy deseando que agarre otro la posta", confesó Romero.

LA FACHADA. El administrador del Salvo reveló que ha pedido reiteradas veces que el desfile de Carnaval comience más adelante, desde la calle Andes, porque "el continuo repique de los tambores no hace más que aflojar las estructuras".

Según Romero, "hay que arreglar todo el Palacio", porque "aunque arreglen en un lugar, se cae por otro lado". "No hemos matado gente -que vamos a matar, desgraciadamente-, porque "Tata" Dios vive en el Salvo", comentó.

Espósito, por su parte, dijo que el edificio tuvo durante un largo período -como inmueble patrimonial- una exoneración de Contribución, pero al tener la fachada en mal estado, perdió el beneficio "hace 3 o 4 años". "Hoy tiene una deuda muy importante, por tanto no se le renovó la exoneración, porque la fachada está en mal estado. Hemos tenido denuncias, se han ido cayendo elementos de la fachada, dañando algunos vehículos en el estacionamiento sobre la Plaza Independencia", comentó el jerarca.

"Vamos a seguir sancionándolos hasta que reparen la fachada, porque si mañana se cae un mampuesto arriba de la cabeza de alguien, los vamos a señalar como responsables", dijo Espósito. "Como propietarios, tienen que tener en buenas condiciones el edificio. Si así fuera, podrían tener una exoneración de Contribución de hasta el 100%. Pero ya están debiendo más de US$ 2 millones de Contribución", añadió el director de Espacios Públicos.

Desde hace décadas, el Salvo es protagonista de tarjetas, videos y fotografías que toman los turistas que se detienen a contemplarlo. Hace algunos años, la administración del edificio obtuvo el registro de imagen de este ícono de la ciudad, por lo que quien desee utilizarla, deberá pagar por los derechos. Una compañía de refrescos llegó a pagar cerca de US$ 9.000 por grabar un spot en el edificio. Sin embargo, no se pueden poner carteles en su fachada.

Fue construido por los hermanos Lorenzo, José y Ángel Salvo, acaudalados hijos de inmigrantes italianos.

Alejandro Michelena señala en el libro "Antología de Montevideo" que las obras se extendieron entre 1923 y 1928. Se utilizaron mármoles y granitos nacionales y alemanes, así como roble floreado de Eslovenia en toda la carpintería. Su estructura es de hormigón.

El resultado, es una mole que oscila entre las referencias renacentistas y las reminiscencias góticas, con algunos toques neoclásicos. Tiene 37.000 metros cuadrados, con un cuerpo central de diez pisos. Y en un costado su torre, que sobresale otros quince pisos más. A la altura del piso 17, el constructor colocó cuatro torretas semicirculares que le dan un aire de edificio de historieta, como los de Ciudad Gótica.

El Palacio Barolo de Buenos Aires

Reseña histórica

Luis Barolo, progresista y poderoso productor agropecuario, llego a la Argentina en 1890. Fué el primero que trajo máquinas para hilar el algodón y se dedicó a la importación de tejidos. Instaló las primeras hilanderías de lana peinada del país e inició los primeros cultivos de algodón en el Chaco. 

 En el centenario de la revolución de Mayo, conoció al Arq. Mario Palanti (1885-1979), a quien contrató para realizar el proyecto de un edificio que tenía en mente. Este se convertiría en una propiedad exclusivamente para rentas. Luis Barolo pensaba, como todos los europeos instalados en Argentina, que Europa sufriría numerosas guerras que destruirían todo el continente. Desesperado por conservar las cenizas del famoso Dante Alighieri, quiso construir un edificio inspirado en la obra del poeta, “la divina Comedia”. 

El terreno elegido para levantar el palacio tenía una superficie de 1365 m2 y un frente de 30,88 metros. Ubicado en la Avda. de Mayo 1370 y Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen), la superficie cubierta resultó de 16.630 m2. En 1919 comenzó la edificación del palacio que se convirtió en el más alto de latinoamérica, y en uno de los más altos del mundo en hormigón armado. 

Con un total de 24 plantas (22 pisos y 2 subsuelos), 100 metros de altura se hicieron posibles gracias a una concesión especial otorgada por el intendente Luis Cantilo en 1921, ya que superaba en casi cuatro veces la máxima permitida por la avenida. Hasta el punto más alto de la cúpula mide 90 metros, llegando a los 100 con un gran faro giratorio de 300.000 bujías que lo hacia visible desde Uruguay. 

Una usina propia la autoabastecía en energía. En la década del ´20, esto lo convertiría en lo que hoy denominaríamos “edificio inteligente”. Desde entonces existen 2 montacargas y 9 ascensores, dos de los cuales están ocultos. Estos últimos respondían a las actividades comerciales de Barolo. Al llegar la mercadería ingresaba desde los montacargas ubicados en el acceso de lo que hoy es Hipólito Yrigoyen hacia los 2 subsuelos, de 1.500 m2 cada uno. Barolo utilizaba los ascensores ocultos para desplazarse de sus oficinas en planta baja, 1° y 2° piso, hasta los subsuelos evitando el contacto con sus inquilinos, que ocupaban las dependencias a partir del tercer piso. 

Desde un inicio el Palacio provocó cierta perplejidad., se habló de estilo “remordimiento italiano”, gótico romántico, castillo de arena, o cuasi gótico veneciano. La construcción finalizó en 1923 siendo bendecida el 7 de junio por el nuncio apostólico Monseñor Giovanni Beda Cardinali.  En planta baja funcionó hasta su desaparición, la agencia de noticias “Saporitti”.  En la actualidad es un edificio exclusivamente de oficinas. 

Relaciones con la Divina Comedia

El Arq. Palanti también era un estudioso de la Divina Comedia, y llenó el palacio con referencias a ella. La planta del edificio está construida en base a la sección áurea y al número de oro. 

La división general del palacio y de la Divina Comedia es en tres partes: infierno, purgatorio y cielo. Las nueve bóvedas de acceso representan los nueve pasos de iniciación y las nueve jerarquías infernales; el faro representaba los nueve coros angelicales. Sobre el faro está la constelación de la Cruz del Sur que se ve alineada con el eje del Barolo en los primeros días de junio a las 19:45 horas. La altura del edificio es de 100 metros y 100 son los cantos de la obra de Dante; tiene 22 pisos tantos como estrofas los versos de la Divina Comedia. 

Los detalles cuidados caracterizan este proyecto: desde las citas personales en latín sobre la obra del Dante en el edificio, hasta la apertura del mismo, llevada a cabo en la fecha del aniversario del poeta. 

El arquitecto Carlos Hilger detalla las similitudes del edificio con al obra del Dante, “La divina Comedia”. “La distribución del edificio está basada en la métrica de la Divina Comedia del Dante. En arquitectura esto se conoce como un Danteun. 

El edificio se divide en dos bloques, con 11 oficinas por bloque en cada uno de los niveles. El número restante, el 22, responde a la métrica utilizada por Dante en los 100 cantos. Entre las tres divisiones de la Divina Comedia, Infierno, Purgatorio y Paraíso, que cita Borges en su obra “Nueve ensayos dantescos”, se cumple la relación pitagórica que determina el número Pi (3,14); dicha relación se da en la división original del acceso mediante los ascensores. 

En el pasaje central, el palacio cuenta con 9 bóvedas de acceso que representan al infierno: para Dante, este no era un fin teológico, sino el punto de partida en las etapas de iniciación emprendidas para la llegada del paraíso. Las 9 bóvedas se dividen, desde el centro, de la siguiente manera: tres hacia la Avda. de Mayo, tres hacia Hipólito Yrigoyen, la bóveda central se extiende hacia la cúpula, y las que contienen las escaleras hacia los laterales. 

Cada una de las seis bóvedas transversales, así como las dos laterales, contienen inscripciones en latín, y se pueden distinguir catorce citas que pertenecen en total a nueve obras distintas, manteniendo así, el número que se repite a lo largo de la Divina Comedia. Algunas de ellas pertenecen a Virgilio, otras a escrituras bíblicas. “La letra mata, el espíritu vivifica”, y “está fundada sobre piedra firme”, dan testimonio del sentido espiritual con el que fuera construido el edificio, determinando su carácter y función: un templo laico que promueve las artes liberales. 

Entre las bóvedas transversales sobre las columnas, se ubican cuatro lámparas sostenidas por cuatro cóndores y dos dragones, un macho y una hembra, que representan los principios alquímicos, el mercurio y el azufre, y sus atributos. 


La bóveda central se encuentra sobre un punto de bronce en la que se ubicaba, originalmente, una estatua de un cóndor con el cuerpo del Dante elevándolo al paraíso. El actual propietario de la pieza es un coleccionista marplatense que se niega a venderla a los propietarios del edificio.  Los pisos superiores y la cúpula simbolizan los siete niveles del purgatorio. La cúpula está inspirada en un templo Hindú dedicado al amor, y es el emblema de la realización de la unión del Dante con su amada Beatrice. 

Obra de Palanti

Representa el dinámico y drástico cambio entre la tradición y el modernismo arquitectónico. El mismo año de su graduación, 1909, se traslada a la Argentina para realizar, junto a Francisco Gianotti, la construcción del pabellón italiano de la exposición del centenario de la revolución de Mayo. A partir de entonces, colabora con el estudio de Prins y Razenhofer, (proyecto Facultad de Derecho, actual Facultad de Ingeniería). Luego, instala su oficina en Avda. de Mayo 695 y construye, independientemente edificios privados. Con un viaje temporario para participar como voluntario en la primera guerra mundial, un regreso a la Argentina, y una partida final a su tierra natal, podemos dividir su obra en tres etapas: 
   - Primera: el periodo inicial de estadía en el país (1909-1916) .
   - Segunda: (1919-1929), de mayor madurez en sus proyectos.
   - Tercera: llevada a cabo en Italia con su remoto definitivo.

En la segunda etapa, (década de ´20), desarrolla una poética monumental con estos dos ejemplos bien precisos: edificios concebidos como “Columnas de Hércules” del Río de la Plata, monumentos de Montevideo y Buenos Aires, que compiten por lograr la mayor altura y que dialogan como “faros” a escala territorial del estuario. 

En el Palacio Barolo encontramos varias condiciones excepcionales, comenzando por el sentido autocelebratorio del inmigrante en la Argentina de fin de siglo y la gran operación inmobiliaria de pisos de oficinas sobre la avenida mas importante de la ciudad... variación de dimensiones de lotes, eliminación del parcelamiento tradicional de pequeñas unidades rectangulares, anulación de restricciones de altura, hace posible una nueva estética urbana, que se combina con elementos propiamente modernos: estructura de hormigón, bowwindows y el empleo de una planta de tipo de oficina, acorde a las necesidades de la circulación vertical. 

Similar sentido celebratorio se reitera en el Palacio Salvo de Montevideo. Dicha creación es resultante de un concurso del año 1922, declarado en primer término desierto y luego adjudicado a Palanti. De mayor altura, repite las constantes del Palacio Barolo: un cuerpo de base sobre la plaza y una atalaya que se eleva – en este caso en esquina – con una decoración similar de haces superpuestos coronados con una cúpula-faro que trata de dar al edificio una escala geográfica. 

De luces y mensajes 

Palanti pretendía enmarcar lumínicamente el acceso a la desembocadura del Río de la Plata, como bienvenida a los visitantes extranjeros que llegaban en barco desde el Atlántico. Por eso construyó un edificio gemelo, ubicado en la arteria principal de Montevideo, la Avda. 18 de Julio: el Palacio Salvo. En ambos Edificios se erguían cúpulas robustas para soportar faros de 300.000 bujías, que tendrían la posibilidad de dar mensajes a la sociedad mediante luces de colores. 

En 1923 anunció a la ciudad el resultado de la histórica pelea de boxeo entre Luis Angel Firpo y Jack Dempsey por el título mundial de peso pesado que se realizaba en Madison Square Garden, Nueva York. 
El color blanco indicaría el triunfo del norteamericano y el verde, anunciaría como ganador al representante local. Firpo saco de ring a Dempsey y el faro se encendió de color verde. El norteamericano estuvo 19 segundos fuera del ring pero volvió a subir y noqueó a Firpo: el faro, luego de unos minutos, volvió a encender de color blanco. 

Arquitectura 

El lenguaje arquitectónico del edificio es difícil de inscribir en un estilo o escuela precisa. A partir de una actitud impresionista, su arquitectura representa un importante intento de conjugar distintas trazas de la tradición arquitectónica europea (por que ante el temor ante la inminente segunda guerra mundial, quería preservar los estilos arquitectónicos europeos) presentes en el neogótico y el neorrománico, con modernas técnicas constructivas a la manera estadounidense y rasgos de carácter rioplatense y sin olvidar que la cúpula esta inspirada en el templo Rajarani Bhubaneshvar (india, del siglo XII), para representar el amor tántrico entre Dante y Beatriche. 

Calificado por el autor como un “rascacielo latino”, el Barolo es representativo de una actitud arquitectónica impregnada de prefiguraciones oníricas, de gestos únicos y ideales heroicos, dentro del espíritu del “resurgimiento”. 

El Barolo es también un buen ejemplo de las aspiraciones para abrir el camino a una arquitectura nueva, superada de las tensiones a las que había llegado el eclecticismo historicista. Desde el punto de vista urbanístico, es una pieza única que demuestra la posibilidad de aunar creatividad y respeto por el entorno. Y ya a una escala regional, con su casi gemelo, el Palacio Salvo de Montevideo, un monumento mistificador de la civilización rioplatense en su apogeo. 

Para su construcción fue necesario pedir un permiso especial ya que superaba casi cuatro veces la altura máxima permitida a los edificios de la zona. Fue el primer edificio argentino construido con hormigón armado, las escaleras tienen 1410 peldaños revestidos con mármol de Carrara y están decoradas con herrajes, vitraux, lámparas y molduras, mientras que las paredes y columnas fueron cubiertas por granito. 

La compleja volumetría externa del edificio se articula en basamento, fuste y coronamiento. El motivo central del basamento es el gran pasaje con imponentes portales sobre ambas calles, Avenida de Mayo e Hipólito Irigoyen. El fuste o cuerpo central se resuelve con una colmena de bow-windows terminada por una suerte de mansarda de tres pisos. El coronamiento corresponde a la torre que, insinuada desde planta baja, se desprende de la masa general del edificio para elevarse aislada, y ser rematada por una cúpula donde se vuelcan gran cantidad de recursos formales y simbólicos, conmemorativos de la cima alcanzada y resumen de la imagen del edificio. 

Gracias a una importante participación de los dueños del edificio, se llevarán a cabo obras de restauración y conservación a fin de que el palacio mantenga el estilo de principio de siglo. 

Los Números del Palacio 

Se emplearon 4.300 m2 de cemento armado; 8.300 m2 de mampostería; 1.400 m2 de material para pavimentos; 1.450 m2 para estucos y revestimientos, 70.000 bolsas de cemento; 650 toneladas de hierro y más de 1.500.000 ladrillos, así como similar cantidad de ladrillos huecos. El recorrido total de las escaleras es de 236 metros con 1.410 escalones. Los ascensores (9) y montacargas (2) fueron diseñados especialmente. 

Fuentes: El País Digital
http://www.elpais.com.uy/12/04/24/225364_298.JPG

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