19/5/11

Recuperar la memoria y las raíces 

Edición Impresa: jueves, 19 de mayo de 2011 

La decisión de docentes y alumnos de una escuela de Barrancas de rescatar la identidad del lugar y la actitud individual de un vecino de San Rafael de redactar un diccionario con más de mil términos del lenguaje huarpe constituyen hechos auspiciosos en la intención de crear una cultura para no olvidar nuestro pasado. 

Durante muchos años Mendoza se caracterizó por la carencia de una cultura destinada a rescatar y mantener los lugares históricos. 

Muchos atribuían esa situación al hecho de que el terremoto de 1861 devastó la ciudad de Mendoza y fueron muy pocos los edificios que quedaron en pie; teoría que era descartada por especialistas chilenos que señalaban que en el vecino país, pese a sufrir numerosos fenómenos naturales de ese tipo, esa cultura se mantenía. 

Uno de esos profesionales, precisamente, formuló serias críticas cuando observó que se derrumbaba una antigua bodega de Godoy Cruz para construir en ese lugar un centro comercial.

Con el correr del tiempo la situación fue cambiando. Impulsada especialmente por las comunas se generó una corriente a favor de la recuperación de los edificios históricos, como sucedió con la capilla del Rosario y la casa de Molina Pico, en Guaymallén; la iglesia de María Auxiliadora o las tareas que se están desarrollando en las bóvedas de Rodeo del Medio, en Maipú; la refacción de la iglesia de La Carrodilla, en Luján o el museo del Área Fundacional, en Capital, por señalar sólo algunos ejemplos. 

Si bien se trata de aspectos interesantes, en razón de que las diferentes comunas continúan trabajando en ese mismo objetivo, hay hechos no menos auspiciosos encarados a nivel individual que se suman a las acciones oficiales. 

Es el caso de la labor desarrollada por docentes, padres y alumnos de la escuela secundaria Huarpes, en Barrancas, Maipú, y del trabajo que realiza un residente sanrafaelino que, con extrema paciencia y exactitud se abocó a la tarea de ordenar los vocablos y significados huarpes, en la intención de volcar esos conocimientos en un libro.

Los docentes de Barrancas decidieron elaborar un proyecto para rescatar la identidad del lugar, conformando un archivo a través de entrevistas a pobladores y fotografías antiguas. Los alumnos, por su parte, realizaron un mapa conceptual con la historia del lugar, los sitios de interés y las fiestas de la comunidad, mientras los más pequeños se dedicaron a la tarea de comparar las costumbres actuales con las de sus padres.

Parten de la base de que el distrito tuvo en su momento una importante actividad, especialmente por el hecho de que el vino que se elaboraba en las bodegas de la zona era trasladado en carretas hacia la ciudad de Mendoza y buscan hacer hincapié en la rica historia del lugar, desde la colonización hasta la actualidad. 

Debe señalarse que se encuentra allí erigida una antigua capilla, la plaza y el cementerio, mientras el centro -conformado por la escuela, la unión vecinal y el centro de salud- se trasladó a una calle adyacente.

Los impulsores de la iniciativa destacan que la recuperación de la historia oral y el archivo digital de imágenes les permitirá tener un registro del pasado y una herramienta de trabajo para la integración de los alumnos en el aula.

No menos interesante es el trabajo que realiza un vecino de San Rafael, al rescatar el idioma “guarpe”, como él lo denomina, con datos aportados por un antiguo cuaderno de su abuela, rescatando un millar de términos y abriendo las posibilidades a quienes quieran aportar a la obra. 

Iniciativas importantes porque tienen como objetivo central el de fortalecer una cultura histórica que durante mucho tiempo permaneció en el ocaso. Actitudes que merecen el apoyo de las autoridades y de la propia comunidad para que todo ese esfuerzo se vea suficientemente valorizado. 

Capilla Nuestra Señora del Rosario. 


En la zona de Barrancas se concentró una población indígena Huarpe muy importante, que con las corrientes evangelizadoras en el siglo XVII fue inculcada con los principios de la fe católica. En 1807 existía la capilla y el cementerio aledaño, complejo que continua prestando servicio a la comunidad.

El edificio que aquí se observa fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1972. Se trata de un templo rural con su conocida planta de nave única, estrecha, siempre mucho más larga que ancha y que lleva en la cabecera, de cada lado, una sacristía y contrasacristía, como casi todas sus congéneres.
(El destacado nos pertenece)


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