17/4/11

MUSEOS ESCOLARES

Invitamos a visitar algunos Museos Escolares virtuales:

El Museo de las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires: 

El Museo de las Escuelas fue creado para que cada uno de los visitantes tenga una experiencia memorable.
Un museo de ideas, acerca de los objetos y prácticas de la escuela argentina de otras épocas y del mundo de las infancias, abierto a percepciones y sensaciones, imágenes y emociones.
Es un lugar con actividades interactivas y creativas para el cuerpo y el pensamiento de chicos y de grandes.
En este museo convocamos el relato de las experiencias escolares de los visitantes y también imaginamos las escuelas del futuro.

Historia

El Museo de las Escuelas fue inaugurado el 10 de Septiembre de 2002 en elInstituto Félix Bernasconi de la Ciudad de Buenos Aires. La creación del museo fue resultado de un protocolo de colaboración entre el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires y la Cátedra de Historia Social de la Educación de la Universidad Nacional de Luján.
El primer intento de un proyecto de extensión encaminado a la creación de un Museo de la Escuela se pensó en relación con el Complejo Museográfico Enrique Udaondo de la ciudad de Luján.
Correspondió al plan de docencia del equipo de Historia Social de la Educación del Departamento de Educación de la UNLu., estando como Profesor titular el Dr. Daniel Cano.
El segundo intento, en 1998, correspondió al plan de la Cátedra de Historia Social de la Educación del Profesor asociado Rubén Cucuzza quien propuso como extensión del proyecto de investigación: Historia de la enseñanza de la lectura y escritura en Argentina (HISTELEA), la creación de la Sala Museo de la Escuela Bonaerense cuya instalación se preveía en el Complejo Udaondo. Esta iniciativa tampoco pudo concretarse.
Mientras tanto se realizaron una serie de actividades tendientes a la recopilación del acervo como la campaña "Operación rescate de las huellas del pasado" con cada escuela primaria de la Provincia de Buenos Aires y entrevistas en distintos medios de radio y prensa escrita.
Por otra parte, durante el año 2001, docentes de la Dirección Área Educación Nivel Inicial de la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires organizaron la muestra “Imágenes, textos, luchas, historias... Sobre el Jardín de Infantes.”
La propuesta de esta muestra fue recuperar huellas de la vida cotidiana de los jardines de la ciudad a lo largo de varias décadas de la historia de la educación Argentina. La etapa de recopilación estuvo centrada en los años 1870, 1937 y 1950.
Ambas colecciones pasaron a integrar el acervo del Museo de las Escuelas. Desde el año 2003 el museo tiene su sede en el Ministerio de Educación de la Nación, quien continúa colaborando con el proyecto de crecimiento del museo. 

Patrimonio

Casi todos los objetos en exhibición llegaron a este museo por donación de instituciones y particulares.
Ahora forman parte de la colección del Museo de las Escuelas, están protegidos y cuidados, serán exhibidos para que más generaciones los puedan seguir disfrutando y los investigadores puedan interpretar los recuerdos de familias, instituciones, sociedades y épocas.

Dirección, administración y depósito del Museo:
Ecuador 873, Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Contacto institucional: museodelasescuelas@bue.edu.ar

Museos Pedagógicos y Museos Escolares

Museos pedagógicos

Los museos pedagógicos europeos -creados en pleno auge de la modernidad- se propusieron no sólo cumplir con una función recopiladora, sino principalmente didáctica. Eran centros que albergaban una biblioteca de obras de educación junto a colecciones de material de enseñanza y mobiliario, objetos utilizados para la enseñanza y que daban cuenta de la arqueología pedagógica de la educación. Mostraban los métodos y materiales utilizados para enseñar, también material escolar y trabajos de los alumnos. Se instalaban en dependencias oficiales y surgieron bajo distintas denominaciones: museo de educación, museo pedagógico, museo escolar, exposición escolar permanente.

En Argentina, en 1883, el Consejo Nacional de Educación resolvió la creación de un Museo Escolar Nacional, sin embargo, recién en 1889 se destinó un local para instalarlo. El museo contaba con objetos, libros de didáctica y mapas, instrumentos de madera para la enseñanza de la geometría. A partir de las exposiciones del Centenario (1910), por iniciativa del Doctor Ramos Mejía, se organizó el Museo Escolar Sarmiento que funcionó hasta la década de 1940 en la Escuela Normal N° 9 “Domingo Faustino Sarmiento”.

En 1929 la maestra y directora Rosario Vera Peñaloza creó y dirigió en el Instituto Félix Fernando Bernasconi, los Museos "Geográfico: Dr. Juan B. Terán" y de "Ciencias Naturales: Dr. Ángel Gallardo" específicamente dirigidos a los alumnos de las escuelas primarias. Los museos debían ser escuelas vivas para el enriquecimiento de la cultura argentina, recursos didácticos que llevaban la naturaleza y la sociedad a la escuela: animales embalsamados, reproducciones mediante grabados y esculturas de las distintas zonas geográficas del país, escenas de la vida ciudadana y rural, etc.

Las definiciones oficiales impulsadas por el Comité Internacional de Museos desde 1946 marcaron las posteriores modificaciones de las políticas museísticas que intentaron cambiar la imagen del museo decimonónico. A partir de entonces un museo se define como “...toda institución permanente que conserva y presenta colecciones de objetos de carácter cultural o científico con fines de estudio, educación y deleite”.

Así, de la idea de un patrimonio como valor artístico, arqueológico, etnográfico e histórico, se pasó a la valoración del objeto como documento, expresión y reflejo de una sociedad y de una cultura en un contexto socio-histórico determinado. Pero paradójicamente, cuando los demás museos proponían modernizarse para alcanzar una relación más activa con su público, los museos pedagógicos estaban en decadencia, anquilosados o simplemente paralizados ante cualquier propuesta de cambio.

Los museos escolares en la actualidad

Los museos de educación, pedagógicos o de escuelas europeos o americanos, tal como están concebidos en la actualidad, son relativamente jóvenes. Muchos han sido establecidos durante los últimos veinte o treinta años, fenómeno que sigue vigente. Estos museos, que documentan e interpretan la escuela en el pasado, se diferencian fundamentalmente de los surgidos en el siglo XIX según su localización, las modalidades de organización, el público al que están dirigidos y el período histórico que abarcan.

Podemos diferenciar distintos tipos de museos escolares según estén ubicados en, universidades, edificios escolares originales, escuelas desactivadas, secciones especiales en museos históricos del siglo XIX y XX o en museos de la niñez.En cuanto a las modalidades de organización de las exhibiciones, hay muestras interactivas en las cuales es posible utilizar algunos objetos para recrear las prácticas escolares de antaño y hay exhibiciones en las que todos los objetos están resguardados de la manipulación del público.

Hay exhibiciones organizadas alrededor de núcleos conceptuales o temporales; en la mayor parte de los casos se recurre a las ambientaciones de aulas y salones de clase con materiales de decoración simulando la atmósfera del período. Por su parte, los museos que se encuentran emplazados dentro de las universidades están enfocados más hacia el archivo y la investigación con una pequeña muestra en exhibición.

Desde el punto de vista del público que los visita, existe una gran polarización; en un extremo están aquellos enfocados en el público escolar con experiencias de prácticas escolares; en una zona intermedia están los que se dirigen a un público en general y turistas y, finalmente, en el otro extremo están los enfocados solamente a preservar documentación y proveerla a investigadores.

La cobertura del período histórico que abarcan está un tanto limitada, por lo general son miradas sincrónicas que recortan un período determinado, el período al que se recurre mayoritariamente es el decimonónico anterior a los sistemas nacionales de educación o en la etapa donde comienzan los mismos.

El peligro de la mayoría de los actuales museos de la escuela y educación que recrean, muestran o interpretan a la escuela desde una visión sincrónica, como si fuera una fotografía instantánea de un momento puntual en el pasado es la de creer o hacer creer que esa imagen transcurrió sin rupturas y de manera natural.

Las motivaciones que se desprenden de los proyectos de museos de escuelas actuales son principalmente la necesidad de documentar e interpretar a la escuela en el pasado, en un momento en donde la escuela de los sistemas educativos nacionales tiende a desaparecer.

Esta postura nostálgica, en algunos casos de algo que ya no es, se relaciona con la decadencia de un modelo de escuela nacido en el siglo XIX y del cual sus huellas comenzaron a borrarse a partir de la década de 1960. Por un lado se guarda y rescata la memoria de lo que puede llegar a borrarse y por otro lado se propone una visión más o menos crítica del pasado.

Textos y documentos



Exposiciones Permanentes
(No se pierdan este paseo)

Lo que el borrador no se llevó


La exposición "Lo que el borrador no se llevó" ofrece algunas claves para entender la génesis de la escuela argentina, la variedad de discursos y prácticas escolares, sus rupturas y continuidades desde la organización de los sistemas educativos en el siglo XIX hasta finales del siglo XX.
El recorrido por los distintos espacios muestra a los establecimientos educativos como el lugar de la construcción del “ciudadano argentino” y permite entrever las relaciones entre la infancia y la cultura.

Espacios de la muestra:    












Exposiciones Itinerantes    

Con P de Patria

La patria: una fecha, un idioma, un territorio, una historia, una geografía, el lugar donde nacimos, un pueblo… ¿Cómo se aprendía y enseñaba a querer a la patria?
Hubo una época en que los próceres eran jóvenes y sus retratos no estaban en las paredes de las aulas, tampoco había escudos ni banderas, ni mapas de Argentina y el 25 de Mayo se festejaba en la calle, pero en la escuela no.
Cuando la escuela se hizo obligatoria se llenó de símbolos patrios, ceremonias y canciones y los próceres pasaron a ser los patronos del aula. En la escuela se enseñaba a “ser argentino”, las fechas patrias se festejaban en los patios y las aulas.
Algunas cosas cambian y otras permanecen ¿cómo aprendemos a querer la patria hoy? ¿Cómo se aprenderá dentro de 100 años?

Mi amigo el libro
Muestra interactiva sobre la historia de los libros de lectura en la Argentina (1884 -1983)

Los libros de lectura surgidos a fines del siglo XIX, nacidos bajo la supervisión del Estado, respondieron a la ideología del nuevo "orden liberal oligárquico-burgués" para implantar los valores con que se quería configurar a la ciudadanía del futuro.
La especificidad del libro de lectura sufrió modificaciones. Podemos reconocer tres períodos:

Período de conformación del libro de lectura como “sub-género” de los libros de texto escolares (fines del siglo XIX- fines de la década de 1930) Algunas de las características fundamentales fueron: graduación tipográfica según los grados de la enseñanza, influencia del higienismo, la imagen acompañando al texto, encuadernación en tapa dura, discurso tendiente hacia la conformación de una “identidad nacional”, discurso textual moralizante y adoctrinador, etc.

Período de consolidación y permanencia (desde la década de 1940 hasta finales de la década de 1960) Durante este período permanecen algunas de las características del período anterior y se homogenizan llegando a ser fundamentalmente “literarios” con ausencia de la ficción.

Período de transición y decadencia (desde finales de la década de 1960 hasta finales de la década de 1990) En este período persisten producciones que responden al inmediato anterior con otras que comienzan a introducir algunos cambios como el incluir actividades de escritura y recorte, modificaciones en los roles asignados a la mujer, desplazamiento de los juicios normativos, etc.

Padre del aula
En el bicentenario de su nacimiento, un recorrido por las ideas y las obras educativas de Domingo Faustino.


Genealogías del Museo

Genealógica del método mutuo: al compás del reloj y la campanilla

Genealógica de la pizarrita: imprescindible para aprender a escribira

Genealógica del guardapolvo: esas blancas palomitas

Genealógica del aula: un nacimiento con historia

Genealógica del cuaderno: forrado de azul araña

Genealógica del pupitre: un asiento con historia

Genealógica de la lapicera: de plumas y letras lindas

Genealógica del simulcop: el ayudante del dibujo

Genealógica del recreo: ese momento tan esperado

Genealógica del libro de lectura: talones juntos, puntas separadas

Genealógica de escuela nueva: en el centro, los niños

Genealógica del edificio escolar: las paredes que educan

Genealógica del cuerpo médico escolar: un cuerpo sano


Sitios recomendados













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